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LECTURA

El día del libro llena de regalos, escritores y rosas Barcelona y Madrid

Por Pedro Fernaud QuintanaTiempo de lectura2 min
Cultura23-04-2002

Barcelona disfrutó de un día de fiesta. Como todos los años, la ciudad celebró el día de San Jordi con rosas y varias casetas atiborradas de libros y escritores. Madrid estuvo llena de regalos, libros ofrecidos gratuitamente por el Ayuntamiento en distintos puntos de encuentro.

El centro de Barcelona estuvo abarrotado de miles de personas que compraron hasta cinco millones de rosas. La tradición se cumplía mientras setenta escritores inauguraban el día con el ya habitual desayuno del hotel Regina, en el que participaron más de setenta escritores. Y desde allí iniciaron el periplo de la sacrosanta firma, al que se fueron uniendo cientos de autores llegados de toda España y, en menor número, del extranjero. "Cuando esto sale bien es como un acto organizado por Les Comediants, describió con fina ironía Manuel Vázquez Montalbán, antes de empezar la peregrinación. El centro de la ciudad estuvo colapsado casi toda la jornada. Desde las once de la mañana hasta las siete del día siguiente, las calles permanecieron cubiertas por un luminoso manto de personas, muchos escritores y sus manos agotadas de tanta firma sucesiva y cientos de miles de rosas. De nuevo, la cultura infundió alegría y fiesta. Joaquín Sabina, Vázquez Montalbán, Antonio Gala o Cercas honraron con su presencia a una díada de lecturas, resplandores familiares y fascinación variada. En Madrid, el día del libro comenzó, como ya viene siendo habitual, con la lectura ininterrumpida de El Quijote. Por el Círculo de Bellas Artes pasaron cientos de personas, quienes pusieron su voz al caballero de la triste figura, creado por Cervantes. También, el Ayuntamiento madrileño quiso colaborar en este día y repartió muchos libros en los enclaves más concurridos y los libreros comprobaron como sus tiendas se llenaban de mucha gente y excitación; el pasado martes muchos madrileños añadieron un libro a su agradecida biblioteca. La capital cede casi todo el protagonismo de este día a la localidad natal de Miguel de Cervantes. En Alcalá de Henares, Maqroll tomaba una apasionante pinta de cerveza con Don Quijote, mientras Mutis era incapaz de contener toda la emoción y agradecimiento de un creador desbordantemente humano.