CÓDICE CALIXTINO
Santiago sigue sin el Códice Calixtino
Por Rita Casdelo2 min
Cultura29-06-2012
Poco se sabe del Códice Calixtino un año después de su desaparición. Las hipótesis que se barajaron en un primer momento tenían como principal objetivo del robo lucrarse de este, algo que a posteriori se ha descartado. Un año después, las líneas de investigación se centran en alguien cercano al personal, ya que se cree que la intención no era más que perjudicar al deán, José María Díaz.
El Códice no ha salido de Santiago, quizás tampoco de la misma Catedral. Eso es lo que confirman las líneas de investigación de la policía, que creen que uno de los miles de recobecos que tiene la Catedral puede ser el escondite del libro. A lo largo de este año las investigaciones no han estado paradas, ni mucho menos. Las averiguaciones ha llevado a la policía a sospechosos cercanos a trabajadores del edificio, a los que se han acercado de forma indirecta, tal y como fuentes de la policía confirmó al diario gallego La voz de Galicia. El Códice, que desapareció de un día para otro el 5 de julio de 2011, aunque sigue en paradero desconocido, no se descarta que pueda aparecer del mismo modo en el que desapareció, sin saber siquiera quien los sustrajo. Además, la policía reconoce que su principal interés es resguardar el libro, que puede resultar muy perjudicado por los cambios climáticos. Es por esta razón por la que se negocia una devolución voluntaria con algún beneficio en la calificación de la pena. Una hipótesis que se ha mantenido a lo largo de los meses es que el robo se haya producido con ayuda desde el interior, con alguien que conociese a la perfección tanto la Catedral como lo que rodeaba al Códice. El director del Museo Catedralicio de Santiago, Ramón Yzquierdo, reconoció en una entrevista concedida al periódico gallego que "no me cabe ninguna duda que en el robo ayuda interna tuvo que haber" además, añadió que no cree que se hubiera con intención vengativa ni como conspiración, como se ha dicho. El Códice Calixtino, que desapareció hace un año, es una joya artística del siglo XII única en el mundo. Durante el Medievo se convirtió en una guía para los peregrinos que acudían a Santiago de Compostela. En la actualidad se guardaba una caja fuerte en las dependencias del archivo, situado en una ala del claustro y al que no se accede libremente.