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REUNIÓN G8

El G8 dedica la Cumbre al estudio de la situación política y militar actual

Por Rafael GarcíaTiempo de lectura1 min
Internacional20-05-2012

La reunión del G8 en Camp David no sólo ha servido para tratar la economía europea. El conflicto sirio, las secretas motivaciones de los proyectos nucleares por parte de Israel y Corea del Note y la satisfacción del cambio de rumbo político de Birmania ocuparon buena parte de los temas de la cumbre.

Los mandatarios de los ochos países más influyentes a nivel económico, industrial y militar, también conocidos como G8, se reunieron para hablar sobre la situación actual mundial. El presidente estadounidense, Barack Obama, hizo de anfitrión ofreciendo Camp David, situado en las afueras de Washington, como lugar para la reunión. Aunque buena parte del encuentro lo ocupó la crisis económica y el estado de la eurozona, hubo otros temas que también requerían la atención y la opinión de los asistentes. En relación a las investigaciones nucleares iraníes, los ocho mandatarios expresaron su preocupación y pidieron a Irán que aproveche la reunión programada para el miércoles en Bagdad para demostrar que su programa nuclear tiene fines pacíficos. En respuesta a este ultimátum, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el sábado que “no cree que Irán vaya a aceptar detener su programa nuclear”. Estas declaraciones pueden suponer un problema, ya que Israel piensa que el programa nuclear iraní tiene fines militares que afectan a su existencia. La situación en Siria también estuvo presente en la mesa de debates. El grupo afirmó que permanece aterrorizado “por la pérdida de vidas, la crisis humanitaria y los serios y extendidos abusos de los derechos humanos en Siria". Los continuos disturbios en el país árabe continúan a pesar del alto el fuego decretado en abril y de tener una serie de directrices para final del conflicto de una manera pacífica que redactó el enviado de la ONU Kofi Annan. También hablaron acerca del otro conflicto nuclear actual, el de Corea del Norte, cuyas provocaciones levantan sospechas sobre un posible ensayo, algo contra lo que el G8 se mostró en desacuerdo. Por otro lado, el grupo de los ocho aplaudió los esfuerzos de Birmania por convertirse en un país cada vez más democrático.