FUTURO DEL PAÍS VASCO
El diálogo será la piedra angular del próximo Gobierno vasco
El lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe
Por Beatriz de Lucas Luengo1 min
España19-05-2001
Xabier Arzalluz lidera el sector peneuvista dispuesto a dialogar y, más concretamente, a pactar con los socialistas para formar Gobierno, siempre que abandonen el Pacto por las libertades y contra el terrorismo suscrito con el Partido Popular (PP). Los populares quieren, también, mantener conversaciones, siempre que "no pretendan terminar con las instituciones".
Todas las fuerzas políticas vascas han mostrado muy buenas intenciones para llegar a un acuerdo, con vistas a la formación -este verano- del próximo Ejecutivo vasco. Las primeras tomas de contacto han suavizado las diferencias que caracterizaron la legislatura anterior, pero también han servido para plantear diversas exigencias. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) pactaría con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) siempre que abandone el Pacto por las libertades que, en opinión del portavoz nacionalista, Joseba Egibar, es un impedimento, vetado, además, por el pueblo vasco. Sin embargo, los socialistas han ratificado su participación en el acuerdo, aunque, al mismo tiempo, se han erigido en puente entre el PNV y el PP para lograr un "pacto vasco" de demócratas contra ETA. Un sector liderado por la alcaldesa de Lasarte, Ana Urchueguía, no cree en Ibarretxe cuando afirma que no pactará con EH mientras no condene la violencia. El portavoz de esta formación, Arnaldo Otegi, ha comentado que están dispuestos a participar en todas las rondas de conversación. La presencia de este grupo en los foros de diálogo es lo que, precisamente, quiere evitar, a toda costa, el PP. "De mesas irlandesas, nada", ha declarado el secretario general de este partido, Javier Arenas. Por su parte, José María Aznar ha sentenciado que los populares no van a cambiar su actitud en el País Vasco y que el Gobierno central dialogará con el vasco a tres niveles: en el Parlamento vasco, en el Congreso y en el Senado, es decir, "en y por las instituciones", según resumió Arenas.