MANIFESTACIONES 1 DE MAYO
Los sindicatos están lejos de los trabajadores y viven su peor momento
Por Pablo Romero2 min
España01-05-2012
Aunque el declive de los sindicatos no es de ahora y se trata de un fenómeno presente en casi la totalidad de Europa, su imagen está atravesando su peor momento en España. Las causas de la situación actual de desprestigio son variadas, pero según los expertos que se mantienen al margen de las grandes centrales, una sobresale sobre el resto: los dos grandes sindicatos. UGT y CC.OO. han llegado a tal nivel de institucionalización que se han alejado en gran medida de la realidad de los trabajadores.
Los sindicatos han perdido mucho de ese protagonismo con la reforma laboral, al no haberse implicado en las negociaciones. Las plataformas transmiten con sus acciones que su preocupación es básicamente la de mantener las subvenciones, como demostraron en los discursos del 27 de abril, del 29 de Marzo o de este "Día del trabajador". La movilización y credibilidad de la población civil es escasa y en descenso, sobretodo el desapego de la mayor parte de los jóvenes, que consideran a los sindicatos un simple partido político más, y el alto número de parados, que han perdido su confianza en quienes se supone que los defienden. Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, explica que los sindicatos se debilitan en momentos de bonanza económica y se incapacitan para ejercer su tarea en momentos de crisis. En opinión de Monedero, los sindicatos viven una situación "esquizofrénica". "Por un lado, quieren mantenerse en las instituciones como parte del Estado y por el otro quieren salir a la calle donde ya no se les escucha por haber sido parte de un sistema que ha dejado a cinco millones de trabajadores fuera". Monedero señala que los sindicatos han perdido el arma principal con que contaban, "el derecho de huelga ha dejado de tener la importancia que tenía antes, pues de facto desaparece cuando el jefe te dice que si vas a la huelga mañana puedes no volver al día siguiente". Cuando se pregunta a los implicados en la actividad sindical que permanecen al margen de las dos grandes centrales, todos coinciden en apuntar que la situación actual de desprestigio es consecuencia del rol que asumieron UGT y CC.OO en la Transición. Son muy críticos con el tratamiento que dan los medios al sindicalismo, pues se tiende a generalizar y olvidar la labor del resto de organizaciones. Las últimas encuestas denotan una mala imagen social y por si fuera poco, el Gobierno de Rajoy ha contado lo menos posible con su opinión a la hora de llevar a cabo sus reformas. Además, el recorte de la partida de subvenciones para los sindicatos ha dejado patente la mala relación existente entre UGT y CC.OO. con el Gobierno.