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FERIA DEL LIBRO

Argentina restringe la importación de libros

Por Alejandra RosalesTiempo de lectura1 min
Cultura30-03-2012

El Gobierno de Argentina puso en marcha, a finales del pasado verano, una política de restricción de los libros importados. Estas medidas se han visto agravadas con la resolución aprobada el pasado 12 de marzo que dictaminaba que los libros no podían poseer en sus tintas un nivel de plomo superior al 0,06 por ciento. A raíz de esta resolución, el Gobierno impuso un férreo control aduanero requisando los libros extranjeros y obligando al destinatario del ejemplar ,a pagar una tasa de 50 euros y a acudir a recogerlo al aeropuerto.

El pretexto de esta regulación del plomo ha sido el de preservar “la salud o la integridad física de los consumidores o usuarios”. No obstante, se piensa que detrás puede haber una intención oculta, aunque manifiesta, de aumentar la producción nacional para reducir el gasto en importaciones. Tal y como informó el periódico argentino Clarín, el país gastaría alrededor de 130 millones de dólares en importaciones frente a unos 50 millones de dólares en exportaciones. Siendo el 78 por ciento de los libros de procedencia extranjera. Estas medidas de control aduanero han sido suspendidas por el Gobierno argentino a pesar de que las restricciones de plomo en la tinta seguirán vigentes. La directora de la Feria del Libro de Buenos Aires, Gabriela Adamo, afirmaba que las trabas impuestas por el Gobierno estaban condenando en la industria editorial argentina, puesto que, desde el pasado verano, han sido varias las medidas anuncias que luego se han anulado. Gabriela Adamo resaltaba la importancia de una industria editorial sólida para la próxima Feria Internacional del Libro que se empezará el próximo 19 de abril en la capital argentina. La 38 edición de la Feria del Libro contará este año con una gran ausencia: la federación de gremios españoles. La Federación ha decretado la falta de subsidios que le permitirían asistir al certamen, sumada a la crisis que atraviesa el país. No obstante, la directora de la Feria del Libro ha afirmado que “muchos editores y distribuidores españoles están viniendo por su cuenta”. Al margen de estas medidas y de la ausencia de representación española, se espera que este nuevo certamen tenga el éxito de sus ediciones anteriores.