LIBERTAD DURADERA
Pakistán detiene a uno de los lugartenientes de Bin Laden
Por Pablo Fernández1 min
Internacional02-04-2002
Abu Zubaydah fue detenido en una operación especial de la Policía paquistaní. Está considerado uno de los colaboradores más cercanos de Bin Laden y se sospecha que podría ser él el encargado de reconstruir Al Qaeda tras la ofensiva militar de Estados Unidos en Afganistán. Hasta entonces era el encargado que hacía que las órdenes de su jefe, Bin Laden, se cumplieran y coordinaba a las diferentes células de la organización terrorista repartidas por el mundo.
La Administración de Estados Unidos en un principio se mostró cauta y no quiso confirmar las noticias llegadas desde Oriente. Tras confirmar la Casa Blanca y el Pentágono la identidad del detenido, las reacciones no se han hecho esperar. Pakistán, ahora fiel aliado de Washington pero hasta no hace mucho amigo del régimen talibán, ha traspasado la custodia de Zubaydah a Estados Unidos y en breve será llevado, junto con otros 20 detenidos, a la prisión de la base militar de Guantánamo. Abu Zubaydah no es un detenido cualquiera. Es el apresado con más alto rango en la organización terrorista Al Qaeda y puede tener las claves de la posible reorganización de su cúpula. Es muy probable que conozca el paradero de muchos de los hombres más buscados por la primera potencia mundial e incluso puede saber dónde se encuentra su máximo líder, Osama Bin Laden, o confirmar su muerte. “Al Qaeda tiene muchos tentáculos, pero uno de ellos se ha cortado”, aseguró Ari Fleischer, portavoz de la Presidencia estadounidense. La pasada fue una buena semana para la particular guerra contra el terrorismo que está librando Estados Unidos. A estas detenciones hay que añadir la reconciliación entre los líderes afganos y paquistaníes, primer paso para una estrecha y necesaria colaboración antiterrorista. El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, prometió el pasado martes ayuda a su homólogo provisional en Afganistán, Hamid Karzai. El gesto es muy importante, dado que Pakistán era uno de los pocos países (junto con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) que mantuvieron el apoyo al régimen talibán de Kabul.