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POLÉMICA SGAE

La sociedad de autores ha sido protagonista de numerosas polémicas que no se olvidan

Por Belén Álvarez PinuagaTiempo de lectura2 min
Cultura01-07-0111

Canon digital, P2P, Piratería, Caso Padawan, recaudación en conciertos benéficos, perdida del Palacio de Boadilla… Son muchas las críticas y polémicas en las que se ha visto envuelta la Sociedad General de Autores y Editores, tantas que aquél reconocimiento público del que disfrutaban hacia los años 1980 aparece cada vez más difuso.

La SGAE se está ganando cada vez más enemigos tanto dentro como fuera del sector en el que trabajan, el detonante de esta sucesión de críticas fue el polémico cobro de un “canon digital”. Este canon ha supuesto una respuesta negativa por parte de la sociedad abogando por la presunción de inocencia, dando lugar a distintas campañas sobre todo en internet, fuertes críticas de Partido Pirata Español e incluso el asalto de la sede en Madrid. Después de analizar y sopesar el proyecto, El 21 de octubre de 2010, el tribunal de la Unión Europea declara ilegal la aplicación del canon digital para empresas y profesionales en España, excluyendo a los consumidores y aclarando que siempre y cuando sea para fines distintos al de la copia privada. A pesar de ello las sociedades de gestión, entre ellas la SGAE, rechazan devolver el dinero del canon argumentando que la sentencia no tiene carácter retroactivo. Por supuesto sus detractores han tenido algo que decir y puesto que la SGAE gestiona todos los derechos de autor y reparte los mismos según sus propios criterios, esto redunda en perjuicio de los autores no pertenecientes a esta entidad. Se ha denunciado que en ocasiones la SGAE ha reclamado una parte de los ingresos en concepto de “derechos de autor” en casos en que esos espectáculos no los vulneran. Otra polémica fue la desencadenada a raíz del llamado “Caso Padawan”, en la que la SGAE exigía pagar el cuestionado canon sobre los soportes digitales vendidos a particulares. La SGAE reclamaba a Padawan, tienda barcelonesa de venta de este tipo de soportes, 16.759 euros en concepto de canon. Dicha tienda logró con varios recursos que el tribunal europeo declarara no conforme al derecho comunitario la “aplicación indiscriminada” del canon, en particular a equipos, aparatos y soportes que no se hayan puesto a disposición de usuarios privados y estén reservados a usos distintos a la realización de copias privadas. La pérdida de la concesión del Palacio de Boadilla como centro de acción de la SGAE, las críticas surgidas en 2006 por recaudar dinero en conciertos benéficos y en 2009 por hacerlo con obras de propiedad de la humanidad (Zalamea de la Serena y Fuente Obejuna) según las cuales la sociedad reclamaría 24.000 y 30.000 euros respectivamente a cada uno de esos ayuntamientos por las representaciones populares de obras clásicas del teatro español manchan una vez más el nombre de la SGAE, perdiendo adeptos, credibilidad y fidelidad en nuestro país