Antiterrorismo

El etarra Troitiño, en “busca y captura” tras ser puesto en libertad

Rubalcaba reconoce la fuga del terrorista en la rueda del Consejo de Ministros (FOTO: La Moncloa)

Por C. Crespo/S. Álvarez-Buylla3 min

España22-04-2011

Tras 24 años de cárcel por cometer 22 asesinatos, Antón Troitiño, uno de los etarras más sangrientos de la historia, fue excarcelado el pasado 13 de abril. El etarra debería haber permanecido en prisión hasta el año 2017. Sin embargo, un error de la Audiencia Nacional (AN) dejó al terrorista en libertad. La AN rectificó y ordenó, seis días después, la “inmediata busca y captura nacional e internacional”. Ahora está en paradero desconocido.

La Sección Tercera de la Audiencia Nacional dejó en libertad de Troitiño por la aplicación de una doctrina del Tribunal Constitucional que en 2008 establecía el doble cómputo de la prisión preventiva, favoreciendo a los presos con más delitos. Así entendía que la reducción de años de cárcel cabía aplicarla al máximo legal de cumplimiento. De este modo, el etarra habría cumplido ocho años en prisión preventiva y 24 años de cumplimiento efectivo, lo que rebasaría en dos años el máximo de prisión que le correspondería, 30 años. Además, tras su puesta en libertad la Fiscalía anunció que no iba a solicitar medidas especiales de vigilancia para el etarra porque atentarían contra sus derechos. Sin embargo, la decisión del juez de la AN, Alfonso Guevara, contradice las órdenes del Tribunal Supremo que pide que no se aplique el mismo criterio de Troitiño a la excarcelación de los dos etarras ex miembros del comando Araba Ignacio Fernández de Larrinoa y Miren Gotzone López de Luzuriaga aún en prisión y defiende que el tiempo de prisión preventiva debe abonarse en cada una de las penas impuestas y no en el límite legal de 30 años de prisión. La Audiencia Nacional pidió seis días más tarde que se revocara la providencia que le puso en libertad y ordenó la busca y captura nacional e internacional del terrorista a los efectos del cumplimiento del resto de las penas hasta alcanzar los 30 años de cumplimiento efectivos establecidos como límite. Fijándose así la fecha de excarcelación el 8 de enero de 2017. Tras la orden dictada este martes por la Sección Tercera, de busca y captura ante la posibilidad de fuga tras su excarcelación, Troitiño fue localizado el miércoles en el despacho de su abogado en Francia. No obstante el terrorista no pudo ser detenido en las últimas horas debido a las objeciones realizadas por el juez francés a la orden de busca y captura. Para proceder a la detención de Troitiño los Magistrados de la Audiencia Nacional barajaron dos vías, una rápida, correspondiente a la Orden Europea de Detención del Tratado Schengen, y la vía habitual de busca y captura a través de Interpol. Ahora ya es tarde. Parece que el terrorista va a seguir los pasos de De Juan Chaos y que tratará de huir a Irlanda o Sudamérica. De momento, los efectivos antiterroristas del Ministerio del Interior buscar intensamente en Guipúzcoa, Vizcaya y en el País Vasco francés, donde vive parte de su familia, ampliaron la operación sobre el norte del país vecino, en particular hasta Bretaña, Normandía y Norte Paso de Calais. Asimismo, se le está buscando en Bélgica, Holanda y el Reino Unido. Sin embargo, se sospecha que Troitiño trate de imitar de Iñaki de Juana Chaos y llegue a Irlanda desde donde pueda escapar a Sudamérica. En cualquier caso, tratará de salir de la Unión Europea donde su extradición y entrega judicial es más sencilla fruto de la orden de detención europea (OED). Condenado a 2.500 años de cárcel El terrorista Antón Troitiño, apodado ‘Miguel Ángel’, fue miembro del comando Madrid hasta que fue detenido en 1987. El etarra, uno de los más sanguinarios, fue juzgado y condenado a más de 2.500 años de prisión por el asesinato de 12 guardias civiles en la plaza de la República Dominicana de Madrid en el que, además, 40 personas resultaron heridas, el asesinato del comandante Saénz de Ynestrillas y otros dos militares, que fueron ametrallados en 1986; el atentado contra un Land Rover de la Guardia Civil en la calle Juan Bravo; y el intento de asesinato en 1986 del Fiscal General del Estado, Luis Antonio Burón Barba.