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Revueltas árabes

Siria se une a la lucha de Libia por los derechos humanos

Por Caterina CrespoTiempo de lectura3 min
Internacional28-03-2011

En 48 horas la guerra Libia dió un vuelco inesperado, por lo menos en el frente este que se está desplazando rápidamente y sin pausa. Los rebeldes reconquistaron en la madrugada del sabado el enclave petrolífero de Brega, donde apenas encontraron resistencia y cuyo control quedó asegurado en pocas horas. El mismo vuelco que está dando Siria. Todos en común tienen por bandera los derechos humanos. Y con el lema de que no haya más sangre.

Tras un periodo de movilizaciones en Siria, que empezó días atrás, las Fuerzas de Seguridad sirias han abierto fuego contra cientos de manifestantes que protestaban contra las leyes de emergencia en la ciudad de Deraa, en el sur del país y piden dignidad y libertad y no leyes de emergencia. En las protestas pacíficas de este sábado, 12 personas murieron y cientos resultaron heridas. El presidente Basar al Asad va a anunciar una serie de importantes decisiones que agradarán al pueblo sirio. Anuncio que llega después de la creciente revuelta en el país, que el Ejército reforzara sus posiciones en las calles de Deraa, donde se originó la protesta, y en Latakia. Mientras la oposición, carente de líderes, intentaba organizarse y convocar una huelga general, el Gobierno seguía prometiendo de forma vaga reformas políticas y el levantamiento de las leyes de emergencia vigentes desde 1963. Buthaina Shaaban, la asesora política del presidente Bachar al Asad, declaró que los violentos disturbios registrados en Latakia habían sido provocados por el jeque Yusef el Qaradawi, un popularísimo y polémico teólogo suní egipcio. El Qaradawi ya fue uno de los factores que animaron la rebelión en Libia. El jeque afirmó que Gadafi carecía de legitimidad como gobernante y que trabajaba para el sionismo. El jeque El Qaradawi es conocido por considerar el Holocausto judío como “un merecido castigo divino” y años atrás fue objeto de una campaña de denuncia por parte de cientos de teólogos musulmanes que calificaron sus enseñanzas de “bochornosas”. Además en Latakia aparecieron los grupos armados a los que también se atribuyó la violencia en Deraa. Miembros de esos grupos habrían disparado sobre la multitud desde las azoteas y causado la muerte de manifestantes y policías. Numerosos participantes en las protestas aseguraron que quienes disparaban a la multitud eran agentes de la Guardia Presidencial y de otros cuerpos de elite, dirigidos por un hermano del presidente El Asad. En Deraa, el corazón de la protesta, miles de ciudadanos se congregaron este domingo en las mezquitas de forma silenciosa. El ascenso al poder de Bachar al Asad a la muerte de su padre en junio de 2000 inauguró lo que los comentaristas llamaron "yumluquía", una contracción de las palabras árabes para república y monarquía, o la república hereditaria y un país anclado en los valores panarabistas. En ese clima de optimismo, surgió la bautizada como primavera de Damasco. Clima que ha iniciado parte del conflicto en Libia. El gobernante sirio nunca llevó a cabo las promesas que prometió. Bachar al Asad no solo ha defraudado las expectativas de quienes esperaban una apertura política, sino que tampoco ha llevado a cabo reformas económicas sustantivas. A principios de este año, el presidente sirio se mostró convencido de que su actitud crítica frente a Israel y EE.UU. le inmunizaba frente a las revueltas que entonces empezaban a extenderse por el mundo árabe. El conflicto en Libia Una batalla que para los rebeldes libios tiene cada vez más cerca un claro fin y que para los sirios acaba de empezar. La batalla de Sirte aún no ha comenzado, aunque los rebeldes avanzan rápidamente y se encuentran ya a slo 50 kilómetros de la emblemática ciudad libia. Se calcula que los sublevados han avanzado un total de 400 kilómetros en dos días, en los que han recuperado varias ciudades estratégicas como Ajdabiya, Brega y Ras Lanuf. De hecho, los puertos del petróleo libio ya están en manos rebeldes. El enorme impulso de la ofensiva rebelde les ha permitido recorrer más de 450 kilómetros desde que partieron de Bengasi el sábado, con la ayuda de la aviación internacional, que anuló la capacidad defensiva de los gadafistas, quienes tuvieron que retirarse en desbandada.