Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

TOROS

Castella y Ponce salen en hombros en el 65º aniversario de la México

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Espectáculos06-02-2011

Una vez más los aficionados mexicanos se han rendido ante el toreo de diestros del otro lado del Atlántico. Ha sido con los tendidos del embudo de Insurgentes plagados con más de 40.000 almas, que durante más de cuatro horas de corrida pudieron disfrutar del toreo de Sebastián Castella y Enrique Ponce. Ambos sumaron dos orejas cada uno.

En México es habitual que los toreros que no están conformes con el resultado del festejo regalen los sobreros que aguardan en chiqueros. Así se explica que la corrida del 65 aniversario de la Monumental azteca tuviese 11 toros, y que el espectáculo durase más de cuatro horas. Pero hay otro dato que también llama la atención: el lleno que -pese a las protestas de una minoría de antitaurinos- registraron los tendidos de la México, la más grande del mundo, para ver a Eulalio López Zotoluco, Uriel Moreno El Zapata, Enrique Ponce y Sebastián Castella. Los toros fueron de las ganderías de Julio Delgado y Teófilo Gómez. Sebastián Castella regaló a Cumpleañero, un astado de Pepe Garfias que posibilitó una celebración triunfal. Fiel a su estilo, el torero galo protagonizó varios pases cambiados que calentaron a la concurrencia. Luego ejecutó el toreo al natural, momento en el que también hubo lugar para los adornos más toreros. Con el público ya a su favor -hasta pidió que se perdonase la vida al toro-, Castella fue certero con el estoque, por lo que sumó dos orejas a su esportón. El veterano Enrique Ponce volvió a satisfacer a sus seguidores mexicanos, que son multitud, y nuevamente lo hizo con su maestría. Ocurrió con su primero de Teófilo Gómez, al que exprimió las poquitas virtudes que tenía. Tampoco las poseían los siguientes toros que saltaron para él a la arena de la México, protestados por falta de trapío tanto el titular como el suplente. Para desquitarse, el torero de Chiva regaló a Muchacho, un astado de Campo Real, al que cortó una oreja. El Zapata, por su parte, consiguió un trofeo tras una actuación vistosa y valiente, pero fue insuficiente para acompañar en la salida en volandas a los dos europeos, que celebraron con triunfo el 65º aniversario de la México.