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EGIPTO

La revolución de Túnez, imitada por los egipcios

Por LaSemana.esTiempo de lectura3 min
Internacional30-01-2011

Egipto no pierde la esperanza. Animados por el levantamiento tunecino que derrocó la dictadura de Ben Ali, los egipcios salen a la calle para quitar del poder a Horni Mubarak. De momento, se resiste y trata de contener al pueblo remodelando el Gobierno, pero esto no es suficiente para los ciudadanos que siguen piden un auténtico cambio de rumbo en el país.

La plaza Tahrir (plaza de la Liberación) contempla desde hace días las protestas y levantamientos de los ciudadanos egipcios. La Revolución de los Jazmines de Túnez, que logró expulsar del país al dictador Ben Alí, ha animado a los ciudadanos egipcios a derrocar el régimen de Mubarak que lleva más de 30 años gobernando. Ese es el gran sueño de los egipcios. Por este motivo, el pueblo ha salido a la calle para pedir reformas políticas, la derogación de la Ley de Emergencia, vigente desde 1981, y para denunciar la violencia policial, el desempleo, el aumento de los precios y los bajos salarios. En sólo unos días, el pueblo se ha levantado contra el poder. Las revoluciones se organizan en el Siglo XXI desde la Red, la forma más rápida y más fácil de captar adeptos. Así, desde Facebook, los organizadores movieron a más de 91.000 personas a sumarse al llamado Día de la Ira, apoyado por el partido de la oposición Hermanos Musulmanes y por la Asociación Nacional para el Cambio, liderada por el ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica Mohamed El Baradei. A pesar de que Mubarak incidió en que esas manifestaciones eran "ilegales", los egipcios salieron a la calle para protestar contra el régimen. Durante varios días, El Cairo ha sido el escenario de duros enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que han ocasionado decenas de heridos y de muertos. Las protestas se han producido también en otras ciudades del país, como Suez y Alejandría. En total, más de cien personas han perdido la vida en los enfrentamientos. Cerca de 70 murieron en las ciudades de El Cairo, Suez y Alexandría durante la jornada de protestas del viernes. Este sábado, al menos 17 personas han muerto en distintos ataques contra dos comisarías en la gobernación de Beni Suef, al sur de El Cairo. Además, otras ocho personas han fallecido en diversos enfrentamientos cuando los presos de la cárcel de Abu Zabaal, en El Cairo, intentaban escapar del centro penitenciario. Asimismo, más de 2.000 personas han sido heridas dentro del territorio nacional, pero la cifra sigue aumentando. Para intentar retener los levantamientos, el Gobierno trata de contener a los medios de comunicación y de bloquear Internet para que no puedan formarse más grupos afines a los manifestantes. “Las autoridades han hecho todo lo posible para mantener los medios de comunicación a cierta distancia, con el fin de impedir la circulación de imágenes de los manifestantes que exigen la salida del presidente Hosni Mubarak", denunció Reporteros sin Fronteras. La lista de incidentes que ofrecen desde esta organización es larga: siete periodistas del diario independiente Al Masry Al Youm fueron agredidos; un equipo de la televisión catarí Al Yazira fue detenido unos minutos y una cámara de una emisora local recibió hasta 11 balas de goma, entre otros incidentes. Además, la telefonía móvil fue interrumpida el martes en la plaza tomada por los manifestantes y las conexiones a internet se han vuelto más lentas. Ahora, el Ejército es el que puede mover ficha, pero se encuentra en una encrucijada ya que se debate entre apoyar a Mubarak o ponerse del lado del pueblo. “Aunque el Ejército es que el tiene en su mano derrotar al presidente, la medida vendrá del pueblo", afirma uno de los jóvenes que lucha por un cambio en su país.