ELECCIONES EN EE.UU.

Tea Party, la pesadilla de Obama

Por Paloma Bulnes2 min

Internacional03-11-2010

El nuevo rostro de la oposición política norteamericana cada vez está cobrando más fuerza. Algunos politólogos hablan incluso de la tercera fuerza política del país en las elecciones del año 2012.

Barack Obama ganó las elecciones presidenciales en noviembre de 2008. A su llegada a la Casa Blanca, se produjo en EE.UU. una esperanza de cambio y de renovación. A dos años de su llegada al poder, la actitud de la sociedad norteamericana ha pasado de la esperanza a la indignación. Este desencanto se debe a la grave crisis económica y a la reforma sanitaria. Esta situación ha generado el nacimiento de un movimiento civil de oposición al gobierno, conocido como Tea Party. La mayoría que pertenece a este grupo se proclama independiente, sin vinculación a los dos grandes partidos tradicionales de EE.UU.: el Demócrata y el Republicano, aunque todavía se encuentra en un periodo de definición ideológica. Su lema principal es construir una nueva América, para los americanos. El original y curioso nombre de esta corriente se debe a un homenaje al Motín del Té (1773), ya que fue uno de los primeros movimientos independentistas norteamericanos. La propuesta del Tea Party es modificar o poner fin al statu quo de EE.UU. a través de una reforma política en la que haya nuevos actores políticos y se solucionen los problemas del país. Este movimiento se opone a una subida de impuestos y posee un gran patriotismo, que se podría decir que en ocasiones, roza el nacionalismo. Los integrantes del Tea Party consideran a la inmigración ilegal una de las principales razones del declive de su país. El objetivo más cercano del Tea Party es participar en las elecciones del 2012, con un candidato conservador, todavía es muy pronto para dar un nombre, pero el que más suena es Sarah Palin. La noche electoral estadounidense terminó con lo que todos consideran una victoria para el Tea Party. Los líderes de este movimiento han justificado esto como el descontento de los sectores más conservadores estadounidenses en la economía y en el fuerte incremento del gasto público. Lo más llamativo de este grupo es que no tienen una gran magnitud en los medios de comunicación tradicionales, tienen perfil en las redes sociales más conocidas: Facebook o Flickr. Aquí, se comunican con sus seguidores donde el contacto es más directo.