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ELECCIONES EN EE.UU.

Los republicanos arrasan en las elecciones legislativas de EE.UU.

Fotografía (FOTO: La Casa Blanca)

(FOTO: La Casa Blanca)

Por Rocío LinaresTiempo de lectura2 min
Internacional03-11-2010

La victoria republicana en las legislativas es clara. No sólo ha recortado grandes distancias con los demócratas, sino que consigue liderar la Cámara de los Representantes y ha estado a punto de hacerlo también en el Senado. Empieza de este modo una lucha de poder que podría causar un parón legislativo por los conflictos ideológicos. También comienza de algún modo la carrera a la Presidencia con la presencia del Tea Party también en la acción política.

El poder del presidente de Estados Unidos será recortado. El partido demócrata ha perdido numerosos escaños y el republicano ha obtenido "de sobra" para controlar la Cámara de Representantes. Para el partido de Barack Obama ha sido una derrota en todos los campos. Ha perdido ocho diputados en el Senado y con esto recorta su leve mayoría. Podía haber sido peor sin duda. Independientemente del reparto de escaños, el demócrata Obama tiene un margen de maniobra reducido. Su programa, el que le llevó al triunfo en 2008, sufrirá modificaciones según peticiones de los dirigentes de la Cámara de Representantes. Los objetivos de ambos líderes de partidos opuestos parecen ser comunes. Entre ellos, el principal es la recuperación económica, también se prioriza la resolución de la cuestión de empleo y las políticas sociales para calmar a las multitudes. Todo esto desde vías muy dispares y que pesan sobre la sociedad según lo demostrado en los últimos comicios. El consenso deberá ser el protagonista en las próximas decisiones. Si por el contrario se mantiene la polarización, como hasta ahora, se producirá un conflicto de poder y además una parálisis legislativa. Por un lado, el partido republicano puede proponer según sus intereses e incluso revocar decisiones que ya están puestas en marcha, como la reforma sanitaria, pero Obama lo puede vetar. Para acentuar los acuerdos complicados, el Tea Party entra en el escenario político cargado de energía y especialmente activo. Inclinándose hacia el lado republicano, este movimiento populista considera que cualquier concesión a la oposición representa una traición a la pureza ideológica. Así, entre giros imprevistos, por el momento queda distribuido el liderazgo estadounidense. La tendencia republicana gana apoyo en todos los ámbitos, mientras que los demócratas mantienen el tipo a muy corta ventaja, aunque por delante. Aún hay dos años para lavar una imagen y hacer crecer otra. Aún hay dos años para recuperar escaños y continuar sumando éxito. Es el momento en el que empieza la lucha por el poder de la Presidencia, con posibilidades por parte de los dos partidos mayoritarios y la presencia guerrera de un tercero de aclamación popular.