TOROS

Ferrera, único matador que sale en hombros en Castellón

Por Almudena Hernández Pérez1 min

Espectáculos10-03-2002

En la Feria de la Magdalena ha predominado el gris. Si los alamares han brillado poco, la capa de los toros no ha tenido un pelo fino y sedoso en lo que se refiere al espectáculo. La de este 2002 ha sido una feria simple, sin grandes triunfos, sólo salvada por intervenciones como las de Antonio Ferrera, Enrique Ponce, José Tomás y Alfonso Romero y, dentro de la terna de la novillada del martes 5, la labor de José María Manzanares (hijo).

Ni los toros de Victorino, el siempre plato fuerte que suele actuar como postre en las ferias españolas, han logrado reflotar este ciclo taurino. Los animales del de Galapagar tuvieron poca planta y resultaron deslucidos de juego. Aún así, Antonio Ferrera sumó dos apéndices que le acreditaron como el único matador de toros que ha cruzado la puerta grande castellonense en esta feria. El ciclo ha tenido otras salidas en volandas, como la del mencionado Manzanares y la del rejoneador Sergio Galán. El ganado -por Castellón han pasado cuarenta astados- no ha propiciado el lucimiento de los diestros. Alfonso Romero destacó en la tarde de expectación del día 7, en la que no hubo, sin embargo, lleno en los tendidos. Romero empató a trofeos con Julián López El Juli, pues ambos cortaron una oreja. El legendario Paco Ojeda saludó dos ovaciones. Otra decepción fue la del viernes día 8, con José Miguel Arroyo Joselito, Enrique Ponce y Juan Bautista en el cartel. Sólo el diestro valenciano arrancó las palmas al respetable. Juan Serrano Finito de Córdoba fue el único diestro que cortó oreja en la penúltima del ciclo, el sábado, en la que José Tomás fue ovacionado y Alberto Ramírez, silenciado. Con los cárdenos de Victorino, se repartieron más apéndices. A los dos que sumó Ferrera se añadió uno para Manuel Caballero y otro para Juan José Padilla. Pero la feria ha resultado tan gris como los cárdenos de Victorino. Los dos festejos menores se saldaron con el citado triunfo de Manzanares hijo, en una novillada en la que Iván García y César Jiménez cortaron una oreja cada uno, y con la puerta grande de Galán. A caballo también tocó pelo Andy Cartagena.