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TOROS

Juan Mora vuelve a brillar en Otoño

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Espectáculos04-10-2010

La campaña española toca a su fin. En Madrid acaba de celebrarse la Feria de Otoño, donde el más destacado ha sido el torero Juan Mora, que cosechó un total de tres orejas la tarde del sábado 2 de octubre. Al margen de que algún trofeo fuese más o menos discutido, no se puede negar la calidad de algunas secuencias de la actuación del extremeño, de puro toreo añejo.

Apenas había comenzado la corrida y Mora ya había desorejado al primero del festejo de Torrealta (el tercero fue de Martín Lorca) a base de un puñado de naturales de regusto y una buena estocada. Pero los madrileños que acudieron a la Monumental de Las Ventas aún tendrían mucho que aplaudir, pues se concederían después otras tres orejas más. Otra de ellas fue a parar al esportón del veterano torero, que decidió matar al cuarto ejemplar recibiendo. Sus compañeros de terna también brillaron en algunos pasajes de esa tarde otoñal. A Curro Díaz tampoco le tembló el pulso con el quinto, al que instrumentó sentidos naturales dando el pecho y liquidó con un estupendo volapié. Morenito de Aranda, por el contrario, no tuvo a las musas de la suerte suprema de su lado, pues de haber matado de forma correcta al astado que cerró plaza podría haber salido también en hombros. Una vez más avisó a la afición capitalina de que su toreo puede cotizar en la bolsa de los puestos más altos del escalafón, como se vio en ese sexto toro al natural. La feria comenzó con una novillada el 30 de septiembre, tarde en que la joven terna se estrelló contra un encierro de Pereda. Destacaron, sin embargo, los diestros Víctor Barrio y Damián Castaño, este último especialmente con el capote. Cristian Escribano lo intentó, logrando algún buen trazo tanto con el capote como con la muleta. Al día siguiente, 30 de septiembre, se anunciaba el que sobre el papel era el cartel más rematado. Pero una lesión de José María Manzanares obligó a reformarlo. Le sustituyó Oliva Soto, que escuchó algunas palmas tras la actuación a su primero. Abrió el paseíllo Manuel Jesús El Cid, que como sus compañeros poco pudieron desarrollar con una descastada corrida de Núñez del Cuvillo. Alejandro Talavante, a pesar del silencio como balance final, propició momentos de interés, pero marró con la espada. El ciclo finalizó el día 3, con doble sesión. Por la mañana se celebró la final de la Escuela Taurina de Madrid, en un festejo sin picadores en el que Luis Gerte resultó triunfador por una labor premiada con un trofeo. Sus compañeros Álvaro Montalvo (que también cortó una oreja) y Fabio Castaneda (dio la vuelta al ruedo) también tuvieron buenos momentos de espectáculo ante los erales de Dehesa de Calvache. Por la tarde, bajo un cielo gris amenazado por la lluvia, se celebró una corrida de toros de Puerto de San Lorenzo en la que Alberto Aguilar confirmó su alternativa. Fue el único de la terna en poder lucirse levemente, pues el juego de los animales se lo puso cuesta arriba a los tres. Diego Urdiales hizo buen uso del estoque y Miguel Tendero dejó adivinar a la concurrencia algo de su clase en un fin de fiesta otoñal un tanto deslucido.