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SUPERCOPA

Reyes corona al Atlético de Madrid como el mejor de Europa

Fotografía Antonio López levanta la Supercopa junto a sus compañeros (FOTO: Uefa)

Antonio López levanta la Supercopa junto a sus compañeros (FOTO: Uefa)

Por LaSemana.esTiempo de lectura3 min
Deportes27-08-2010

En la banda derecha del Inter de Milán estaba el peligro, pero también la oportunidad. Esto es lo que debió de pensar Quique Sánchez Flores antes de disputar la Supercopa de Europa ante el vigente campeón de la Champions. Por eso, preparó una disposición táctica que desarmó por completo a los italianos y dio la victoria a los españoles.

Al entrenador del Atlético le preocupaban más las subidas del brasileño Maicon por la banda derecha que las internadas por el centro de Sneijder, Etoo y Milito. De ahí que colocase al joven Domínguez en la banda izquierda y renunciara a la capacidad ofensiva de Antonio López. Quería blindar la defensa, con el recién incorporado Godín en el centro de la zaga. Y le salió bien. El Inter no se encontró cómodo en ningún momento del partido. Parecía como si la marcha de Mourinho hubiese descompuesto el espíritu que permitió a los milaneses derrotar al Barcelona en el Camp Nou en las semifinales de la Liga de Campeones y que deslumbró en la final del Santiago Bernabéu. Sus estrellas corrían mucho, como le gusta a Benítez, pero no eran capaces de llevar a cabo las órdenes de su nuevo entrenador. Así pasaron dos terceras partes del encuentro, mientras el Atlético trataba de llegar a la portería de Julio César para darle algún susto. Las mejores jugadas solían llegar por la izquierda del ataque. Quique Sánchez Flores había dado orden a sus pupilos de aprovechar las subidas de Maicon para cogerle la espalda y entrar solos hasta la portería. Dicho y hecho. En el minuto 62, la balance se desequilibró hacia el lado más justo. Reyes realizó una pared con Agüero, entró en el área, superó a Maicón en un cambio de ritmo y disparó fuerte, raso y pegado al palo. Al portero, mal colocado, le sorprendió la jugada e hizo la estatua para delirio de los aficionados rojiblancos que se habían desplazado hasta Mónaco. El Atlético se ponía por delante y acariciaba el segundo título europeo del año. El Inter, que ya estaba noqueado, se vino abajo en fe e ilusión. Trató de empujar hacia la portería de De Gea, pero sin éxito. Benítez retiró a Sneijder, lejos del estado de forma de la temporada anterior o del Mundial de Sudáfrica, y dio entrada al jovencísimo Coutinho. Quique también retiró a su estrella Forlán y metió a Jurado para tener más la posesión del balón y tocar con cabeza. El Kun sentenció No había pasado ni un minuto cuando llegó la puntilla. Maicon había vuelto a subir la banda derecha del Inter, por lo que Simao estaba solo delante del área. Cuando le llegó el balón, toda la defensa italiana se abrió y dejó al Kun Agüero solo en el punto de penalti. Simao le vio, lanzó un pase raso y medido en paralelo a la portería... y ¡¡gol!! Los gritos del primer tanto se convirtieron entonces en júbilo ante lo que suponía la sentencia. Todos los jugadores lo celebraron como si les acabasen de entregar la copa, ya que apenas quedaban diez minutos de partido. Aún habría que sufrir, como manda la historia del club. Raúl García cometió en el minuto 89 penalti sobre Pandev. Se hizo el silencio en Mónaco. Pero los jugadores no sabían que ese trance les haría todavía más grandes, especialmente al novel De Gea. El portero aguantó inmóvil los amagos del veterano Milito, mejor delantero de la pasada Liga de Campeones, y detuvo a mano cambiada el lanzamiento gracias a una estirada espectacular. Fue su consagración. Los compañeros corrieron a felicitarle despeinando su rubia cabellera. Luego siguieron defendiendo el resultado hasta el que el árbitro pitó el final. El Atlético de Madrid levantó la Supercopa que le acredita como el mejor equipo del continente y que debería permitirle jugar el mundialito de clubes en diciembre, pero la UEFA no lo quiere así. Antonio López, que se había quedado en el banquillo al principio del partido por la estrategia de Quique, alzó la copa por segunda vez en tres meses. Campeones de la Europa League en mayo y, ahora, campeones de la Supercopa. Los atléticos no pueden pedir más.