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APOYO ECONÓMICO

El FMI se mantiene firme y, de momento, niega las ayudas a Argentina

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía10-03-2002

El Fondo Monetario Internacional pidió que se llegase a un acuerdo con el Presupuesto del Estado. El Gobierno argentino diseñó el Presupuesto y las Cortes lo aprobaron. Ahora, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dice que el Presupuesto no es realista, ya que la caída de la recaudación de impuestos no va a hacer viable ese plan.

El FMI se basa en cifras objetivas. En enero se recaudaron 150 millones de pesos menos de los presupuestados, en febrero las arcas dejaron de ingresar algo más de 400 millones y en marzo se espera que se recauden 700 millones menos de lo que se anunciaba en el Presupuesto del 2002. Las razones de esta caída en picado de la recaudación impositiva hay que buscarlas en la merma del PIB y en el aumento de la inflación. La otra exigencia del FMI para prestar ayuda al pueblo argentino era que se llegase a un acuerdo fiscal con las provincias. Hasta el momento, la cantidad de dinero que recibían las provincias estaba prefijada, ahora han tenido que aceptar que esa cantidad varíe dependiendo de la recaudación estatal. Para el FMI tampoco esto ha resultado suficiente. Argentina creyó que hacía bien los deberes y esperaba con optimismo la llegada del Fondo Monetario. Pero éste piensa que los deberes se han quedado a medias. Así que, de momento, ninguna ayuda llegará desde este organismo. De todos modos, las conversaciones continuarán a lo largo de las siguientes semanas. Quien sí ha dado su brazo a torcer ha sido el Banco Mundial (BM). Él será el encargado de retomar las ayudas que suspendió el diciembre pasado el FMI. La ayuda del BM, de 100 millones de dólares, servirá para financiar programas sociales de emergencia. Mientras, el presidente argentino, Eduardo Duhalde, clama en sus acostumbrados discursos populistas que el 9 de julio no sólo se festejará el día de la Independencia, sino también el fin de la recesión. Duhalde, al contrario que el FMI, no se basa en datos objetivos para decir esto. El peso cerró la semana pasada más devaluado que nunca desde que se puso a cotizar libremente, un peso se cambió el viernes a 2,28 dólares. Los precios siguen su escalada alcista. El combustible, por ejemplo, aumentará de precio (entre un dos y un cinco por ciento) por segunda vez en 20 días. Y el ánimo de la gente no anda mucho mejor. El Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) recoge en una de sus encuestas que el 68,7 por ciento de los argentinos está cada vez más pesimista en lo que atañe a la situación del país y el 78,4 por ciento no cree ya en ningún político.