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EN GOLFO DE MÉXICO

BP no consigue controlar totalmente el vertido de petróleo

Por Victoria Sofía WilchesTiempo de lectura3 min
Sociedad06-05-2010

En la madrugada del miércoles, British Petroleum, BP, logró controlar una de las tres fisuras en la tubería de la plataforma petrolera Deepwater Horizon. Con la ayuda de seis robots submarinos dirigidos desde barcos en la superficie del mar, la firma logró instalar una válvula de cierre sobre la fisura menor de la tubería, de unos quince centímetros de diámetro, pero estos esfuerzos aún no son suficientes, pues la fuga de crudo sigue descontrolada y cada día que pasa causa daños más graves al ecosistema marino del Golfo de México.

Según las declaraciones de un portavoz de BP, entregadas el miércoles, el vertido actual de petróleo al mar sería de unos 5.000 barriles diarios, unas 707 toneladas. Sin embargo, esta cantidad no ha variado en los últimos días, y el director ejecutivo de BP, Tony Hayward ah asegurado que lo peor no demora en ocurrir, con el paso de los días, el vertido crecerá hasta situarse en 40.000 barriles diarios, unas 5.660 toneladas, siendo esa una estimación positiva, en el peor de los casos podrían derramarse unos 60.000 barriles, es decir, 8.490 toneladas. Lo cierto es que BP aún no tiene control sobre el vertido, incluso no han podido determinar el tamaño exacto de la mancha debido a los químicos disolventes que se han esparcido sobre su superficie, que hacen que el vertido se adhiera al lecho marino, desde dónde se hace imposible determinar el tamaño tanto para las cámaras satelitales como para los técnicos y las autoridades. De acuerdo a la comparación establecida con el accidente de Exxon Valdez en Alaska en el 89, que se fijó en 38.000 toneladas, la plataforma Deepwater Horizon estaría a sólo 6 días de superar el daño de aquella catástrofe ecológica. El impacto ambiental ha sido tan grave que han comenzado a surgir voces que se oponen a la exploración petrolífera en el mar, como el caso del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quién ha cancelado la construcción de una nueva plataforma petrolífera frente a la costa de Santa Bárbara. El gobernador, en el último año de su segundo mandato, ha asegurado a sus colaboradores que los 75 millones de euros de ingresos que generaría para el Estado la nueva plataforma petrolífera no justifican el riesgo de sufrir accidentes como el que atraviesan las costas del Golfo de México. En todo caso, técnicos de BP ya han transportado al lugar del accidente una campana de 12 metros de altura y 73 toneladas de peso con la que esperan detener la segunda fuga, instalándola 1.500 metros de profundidad. La campana, además, cuenta con una tubería mediante la cuál se podrá extraer el crudo para almacenarlo en el carguero Enterprise, que tiene una capacidad para 130.000 barriles, unas 18.571 toneladas de crudo. Además, John Curry, un portavoz de BP aseguró que debido al buen tiempo, desde el miércoles se reanudó la quema de crudo en la superficie y con la ayuda del ejército, la petrolera ha seguido inyectando disolventes en el vertido, para evitar que la marea de petróleo afecte a pájaros y mamíferos y retrasar su aproximación a las costas. Por su parte, Greenpeace ha asegurado que los componentes de los solventes podrían afectar la fertilidad de los animales y reduce el oxígeno del agua, matando por asfixia a miles de peces. Según explica Mark Floegel, experto en vertidos de esa organización ecologista, "esa operación de dispersión de químicos es un teatro, puras relaciones públicas para que la gente no vea animales ni playas manchadas de petróleo. Pero el vertido sigue intacto bajo la superficie. Ante la disyuntiva de si era preferible matar peces o pájaros, BP ha decidido matar peces". Por lo pronto, 7.900 personas entre empelados de BP y voluntarios trabajan en el lugar para detener la catástrofe ecológica. Además, los pescadores de la localidad portuaria de Plaquemines Parish, a 109 kilómetros de Nueva Orleans, han puesto barreras de vinilo en sus costas, para contener la posible llegada del crudo a la desembocadura del río Misisipi y 170 barcos patrullan la zona. Hasta este jueves, el crudo aún no tocó tierra, sin embargo, la corriente del Golfo de México, bordea la península de Yucatán y el Estrecho de Florida, así que la llegada de manchas de crudo a estas zonas podría simbolizar una catástrofe natural aún mayor, ya que esta zona alberga el arrecife de coral más grande de Estados Unidos y es el hogar de varias especies de cocodrilos, tortugas marinas y flamingos.