PREMIOS GOYA
La ceremonia de este año buscaba al heredero de “Camino”’
Por Javier M. Fandino2 min
Espectáculos15-02-2010
El cine español está más vivo que nunca. Madrid se engalana un año más para pasar una noche de cine. Durante poco más de dos horas los mejores profesionales de cada uno de los sectores del séptimo arte lucharon por llevarse a sus casas una de las 28 ansiadas estatuillas con el busto de Francisco de Goya. Celda 211 se presentaba como rival a batir en los “Oscar” de España y ansiaba superar los 14 premios de Mar Adentro.
El Palacio de los Congresos de Madrid vivió sonrisas y lágrimas esa noche. Como es costumbre entre finales de enero y principios de febrero, la Academia Española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas premia a los mejores profesionales del séptimo arte en una gala que fue la primera retransmitida en un riguroso directo y sin cortes publicitarios. Andreu Buenafuente fue el encargado de dirigir una noche que promete olvidar la crisis denunciada por los expertos del mundo cinematográfico. El humorista catalán sustituyó este año a Carmen Machi y entregó las 28 estatuillas en poco más de horas mientras amenizó la ceremonia. Celda 211 recoge el testigo de Camino, vencedora indiscutible el año pasado con sus seis estatuillas. La película de Javier Fesser recibió el premio al Mejor Director, Actor de Reparto, Actriz, Guión Original, Actriz de Reparto y, finalmente, a la Mejor Película. Nada desdeñable fue en 2009 el resultado de obras como Che, el argentino, que recibió el Goya a la Mejor Dirección Artística y al Mejor Actor, encarnando Benicio del Toro al revolucionario; Vicky Cristina Barcelona, que premió a Penélope Cruz como Mejor actriz de Reparto y El truco del manco, galardonada en las categorías de Mejor Director Novel, Mejor Canción Original y Mejor Actor Revelación. Las mayores decepciones se la llevaron Sólo quiero caminar, que tuvo que contentarse con el Goya a la mejor fotografía tras ser desbancada en el resto de categorías y Los crímenes de Óxford, vencedora en Mejor Dirección de Producción y Mejor Música Original. Veintitrés años de anécdotas Desde que nacieron en marzo de 1987 los Premios Anuales de la Academia, los Goya no han carecido de peculiaridades y anécdotas. Una de las más conocidas tuvo lugar el año pasado, cuando el cuerpo de efectos especiales de la película Mortadelo y Filemón dejó caer deliberadamente una estatuilla de pega al suelo. Ante la incredulidad de los espectadores, rápidamente se les entregó la estatuilla original y todo quedó como una broma algo macabra. Tampoco pasa inadvertido en el anecdotario el rechazo masivo en el año 2003 a la Guerra de Iraq, donde muchos profesionales expresaron no estar de acuerdo con la decisión de José María Aznar, o tres años antes cuando se celebró por primera y única vez la gala en Barcelona.