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REFORMA LABORAL

El texto propone reducir la jornada para evitar los despidos

Por Javier M. FandiñoTiempo de lectura3 min
Economía07-02-2010

Dos años de crisis merman la economía de cualquier país pero en España el caos económico parece no tocar fondo. Última gran potencia en salir de la recesión económica según el Fondo Monetario Internacional (FMI), España cerró el año registrando máximos históricos en las tasas de paro: el número de personas sin trabajo aumentó un 25,4 por ciento en 2009, alcanzando los 3,923 millones de parados, casi dos millones más que hace dos años.

Mientras que Alemania y EEUU “sufren” con tasas de paro y de destrucción de empleo que rondan el 10%, España agoniza y dobla sus registros. Dos años más tarde, este país se cuenta de que la solución puede estar en adoptar medidas ya inventadas por estos países. La reforma laboral ya está sobre la mesa. Después de meses de negociaciones, el Gobierno ha presentado su plan para la reforma del mercado de trabajo. La CEOE reconoce que las primeras impresiones son un buen punto de partida para las negociaciones aunque, en realidad, el documento presentado incluye pocas innovaciones que no se conozcan en otros países. El “modelo alemán” Kurzarbeit se presenta como el mejor baluarte para la flexibilización interna de las empresas a la actual situación económica. La reducción del número de horas de la jornada laboral acompañada de la existencia de nuevos modelos de contratos de trabajo permitiría una reducción drástica del número de despidos en España. Ha sido precisamente este plan el que ha permitido que en el país germano no se haya producido una situación de despidos masivos ante la crisis. El “contrato alemán” permitiría, además, agilizar el proceso de autorización de los Expedientes de Regulación de Empleo suspensivos y podrían utilizarse independientemente del número de trabajadores que formen una empresa, elevaría el porcentaje de bonificación de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social por los trabajadores afectados por los ERES y estudiaría distintas formas para mejorar la protección de los trabajadores en los casos de regulación del empleo. Otro de los puntos fundamentales de la reforma se basa en establecer un marco estable en la contratación que permita el crecimiento económico y acabe con la precariedad laboral. Para evitar la segmentación existente entre los contratos fijos y temporales, el Gobierno pretende incentivar a las empresas mediante un sistema de bonificaciones que fomente la contratación indefinida. De este modo, la contratación temporal resultaría “penalizada” de forma indirecta y sería más rentable a los empresarios la realización de contratos indefinidos, aumentando así las tasas de empleo fijo. Respecto a la contratación a tiempo parcial, el Gobierno pretende establecer una reforma que establezca dos modalidades en este tipo de contrato: por un lado un modelo basado en un horario fijo y estable y, por el otro, un contrato mucho más dinámico que permita flexibilizar los horarios de la jornada laboral. El documento también reconoce las dificultades que tienen los jóvenes para acceder a un puesto de trabajo. La tasa de paro de las personas entre 16 y 24 años es 20 puntos superior a la tasa de desempleo general y el Gobierno cree necesario elaborar un Programa Extraordinario de Empleo en concertación con las Comunidades Autónomas que permita disminuir significativamente sus tasas de desempleo, mejore su nivel de formación y que permita una mejor adaptación de la educación al empleo. Asimismo, se mejorará la protección social de los contratos de prácticas para la formación. Del mismo modo, el informe analiza los programas de fomento de la contratación indefinida basados en bonificaciones de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social que se encuentran en funcionamiento actualmente. Estos programas han resultado ineficaces para corregir la dualidad del mercado laboral porque su método de funcionamiento ha conducido a que la mayoría de los colectivos, incluso aquellos que carecen de bonificaciones específicas, se vean beneficiados de forma indirecta. Por ello, el Gobierno cree necesario evaluar el actual sistema de bonificaciones a la contratación y si es necesaria una reforma.