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AFGANISTÁN

El “nuevo Vietnam” estadounidense

Por Javier M. FandiñoTiempo de lectura2 min
España09-01-2010

Nueve años de guerra y todavía no se vislumbra su final. Aunque a simple vista parecía un proceso de transición política de poca duración, la ineficacia y la falta de estrategias por parte de la Administración Bush y del gobierno de Hamid Karzai han convertido a Afganistán en el “nuevo Vietnam” norteamericano.

El éxito inicial de las tropas aliadas se ha visto disipado por la creciente reorganización de los talibanes, que ya controlan dos tercios del territorio perdido a principios de 2002. La OTAN parece naufragar ante la insurgencia afgana. Un Estado no se construye desde la nada. Afganistán se ha convertido en el centro de la lucha contra el terrorismo internacional. Casi nueve años después de la invasión estadounidense y británica del país asiático, las tropas aliadas parecen no sacar nada en claro de Oriente Medio. La falta de soluciones por parte de la Casa Blanca y del gobierno de Hamid Karzai ha tirado por tierra los primeros avances que se realizaron a partir de octubre de 2001 y el poder talibán parece reorganizarse en los últimos años desde que perdió el poder a comienzos de 2002. Según Ahmed Rashid, corresponsal durante más de dos décadas en Oriente Medio, la insurgencia talibán ya ha recuperado dos tercios del territorio. Los talibanes han encontrado su principal pieza de apoyo en Pakistán. Según unas declaraciones publicadas en marzo de 2009 por el diario The New York Times, el gobierno estadounidense ha confirmado que los servicios de inteligencia paquistaníes siguen prestando ayuda económica, militar y estratégica al grupo terrorista. Según Rashid, ha sido precisamente entre marzo y septiembre, cuando más se ha agravado la situación. El problema afgano ha dado un vuelco en el último año. Si bien es cierto que los talibanes han recuperado gran parte de su poder perdido y han intentado boicotear las elecciones presidenciales de su país mediante el uso de la violencia y la amenaza, la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca ha anunciado un nuevo cambio en la estrategia global a seguir. El presidente de Estados Unidos anunció el pasado mes de diciembre un nuevo plan para impedir que Al Qaeda vuelva a Afganistán y que los talibanes recuperen el gobierno. Todo parece indicar que la intención del líder demócrata es acabar con la guerra antes de que termine su mandato. Sin embargo, la población estadounidense no parece compartir la opinión de su presidente ya que el 57 por ciento de los norteamericanos se opone a la guerra, según un estudio de la Opinion Research Corporation para la cadena de televisión CNN. Del mismo modo, un 63 por ciento de la población opina que el Gobierno no tiene un plan a seguir en Afganistán completamente definido. Por su parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas parece igual de confiado que Obama para solucionar la situación en el país asiático y el pasado mes de octubre decidió por unanimidad prorrogar el “proceso de afganización” durante un año más.