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FÓRMULA 1

El 'káiser' vuelve a la competición

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes23-12-2009

Se había jubilado en 2006, pero tras una intentona frustrada -por problemas físicos que le impidieron sustituir a Felipe Massa tras su accidente en el Gran Premio de Italia-, el gusanillo de la competición ha podido más para Michael Schumacher. El heptacampeón alemán regresa junto con Ross Brawn. Lo hace, sin embargo, con la escudería Mercedes, pese a haber declarado su amor incondicional a Ferrari, para la cual ha trabajado durante 14 años.

Tras anunciar su retirada, en 2006, Schumacher había permanecido como asesor en Ferrari, desempeñando tareas de apoyo en la puesta a punto de los monoplazas durante su primer año. Luego, sin embargo, su rol no había quedado claramente definido, menos aún con la marcha de Jean Todt -ahora presidente de la Federación Internacional de Automovilismo- y de Brawn, ahora al frente de Mercedes GP, tras hacerse con la escudería que el fabricante japonés Honda puso a la venta a finales de 2008. El alemán estuvo presente con el equipo en varios grandes premios, pero diversos errores de estrategia suscitaron críticas. En todo caso, Schumacher no abandonó del todo la competición, y se mantuvo activo en pruebas de karts y de motos. Precisamente, un accidente de moto a comienzos de 2009 le provocó lesiones en las vértebras del cuello que impidieron, pese a someterse a distintas pruebas, relevar al brasileño Felipe Massa. Sin embargo, el revuelo suscitado por su posible regreso reveló que la figura del alemán aún resultaba de interés para avivar el impacto publicitario de la Fórmula 1, una circunstancia que no ha pasado desapercibida para Bernie Ecclestone. Más aún tras el paso del finlandés Kimi Raikkönen a los rallies, al menos para 2010. Tal ha sido así que el propio presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, había declarado su interés por darle un volante a Schumi, eso sí, en caso de que las renuncias de equipos como Toyota y BMW impidieran poner en pista a 20 monoplazas, el mínimo exigido para poder disputar un gran premio. Sin embargo, la la incorporación de Virgin Racing, Lotus F1, Campos Meta y US F1 -aunque el proyecto de estos dos últimos presenta muchas dudas- hizo inviable esa propuesta. Así, después de varias semanas de rumores, Schumacher será el compañero de otro alemán, el prometedor Nico Rosberg. El heptacampeón verá reducidos sus ingresos -aun así, ha firmado la nada despreciable cifra de siete millones de euros por año-, pero ha firmado por tres años, hasta el final de la temporada 2012. Brawn, clave en sus siete títulos -los dos primeros con la extinta escudería Benetton, en 1994 y 1995, y los cinco restantes con Ferrari, de 2000 a 2004-, indicaba que la pasión por competir ha sido clave en la decisión de Schumacher de regresar a las pistas: “Le pregunté si podía ganar carreras y me dijo que sí podía hacerlo. Él ha sido siempre el más crítico consigo mismo y confío plenamente en su palabra”. El alemán se convierte en el gran animador del gran circo, puesto que no sólo se enfrentará al español Fernando Alonso, que lo destronó en sus dos últimas temporadas con Ferrari y ocupa ahora su lugar en la Scuderia, sino que afronta el reto de medirse a pilotos con los que aún no se ha enfrentado, como Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, que debutaron en 2007.