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ELECCIONES EN HONDURAS

La victoria de Porfirio Lobo conduce al final del conflicto en Honduras

Por J. F. LamataTiempo de lectura2 min
Internacional01-12-2009

Con las elección democrático de un nuevo presidente de Honduras, Porfirio Lobo, se pone fin a la larga crisis institucional que ha padecido Honduras en el año 2009. Una crisis que comenzó de cara al mundo el 28 de junio con el golpe de Estado que echó a Mel Zelaya del poder. Sin embargo, todos los intentos de pintar al presidente de facto, Roberto Micheletti, como un dictador ha encontrado básicamente tres incombenientes. El primero es que no se ha suprimido la constitución, sino que se ha echo en nombre de ella. El segundo es que no se ha disuelto el parlamento, sino que la maniobra fue aprobada por el mismo. Por último no se ha perpetuado en el poder, como demuestra la celebración de las actuales elecciones en las que no concurría.

Las elecciones de 2009 han obtenido más participación que las que en 2005 eligieron a Mel Zelaya como presidente de Honduras. Entonces, Zelaya era un terrateniente, mandamás del derechista Partido Liberal y Micheletti era su principal compañero al que designó presidente del Congreso. Sin embargo a partir de 2007 Zelaya comenzó a evolucionar al bolivarismo al puro estilo de Chávez. Se enfrentó a los medios privados obligándoles por decreto a insertar propaganda personal y se incorporó a la Alianza Bolivariana (ALBA) junto con Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador. La motivación de este giro estaba destinado a provocar un cambio constitucional, como ya habían hecho Chavez, Morales o Correa para poder presentarse a reelección. Algo que no contembla la propia constitución. El mandato de Zelaya finalizaba en noviembre de 2009 constitucionalmente no podía presentarse así que sólo le quedaba la alternativa de cambiar la constitución. El problema para Zelaya es que tenía a todo el Congreso en contra (incluso a su propio partido, que ya había elegido el candidato para las presidenciales de noviembre y no era él). Zelaya convocó por decreto el referendum. Tanto el Congreso como el Tribunal Superior declararon que esa convocatoria era ilegal, al no tener el presidente esas competencias, pero Zelaya anunció que celebraría el referendum igualmente. Fue el día antes de esa celebración cuando el Ejército, siguiendo instrucciones de los poderes legislativo y judicial, entraron en el palacio presidencial y echaron a Zelaya del país. Micheletti pasó entonces a ocupar la presidencia. Apoyo internacional a Zelaya El presidente derrocado obtuvo un sorprendente apoyo internacional, no sólo de Brasil, Argentina o los países chavistas, sino también de Europa y sobre todo en España. Hasta el propio Zelaya agredició el gesto de "Felipe Rodríguez Zapatero". Pero la realidad es que la Constitución hondureña, en el artículo 239, contempla expresamente que en caso de que un Presidente se salte la Constitución será destituído y reemplazado por el presidente del Congreso hasta la finalización de su mandato y la consecuente celebración de elecciones (artículo 242). Es decir, hasta noviembre, el tiempo exacto que ha estado Micheletti en el poder. El peor momento para el mandatario fue cuando Zelaya logro entrar en el país gracas al apoyo brasileño y refugiarse en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa lo que obligó a Micheletti a tomar medidas como cerrar temporalmente el zelayista canal 36. A día de hoy, Mel Zelaya, sigue asegurando que no reconoce el resultado de las elecciones. Pero tiene un gran problema, que con golpe o sin él, fue elegido presidente en 2005 para un periodo de cuatro años y ese periodo ya ha caducado. Además Estados Unidos, Alemania, Japón o Perú ya han reconocido al nuevo presidente. Aún falta que lo hagan España y sobre todo Brasil y los países chavistas. Pero la partida está ya en un jaque mate.