SITUACIÓN DE OPEL

General Motors no venderá Opel

Por Victoria Sofía Wilches3 min

Economía04-11-2009

La decisión de General Motors (GM) de no vender su filial Opel al fabricante austro-canadiense Magna y al banco ruso Sberbank tras varios meses de negociaciones ha causado malestar entre los países europeos dónde la firma tiene sedes y en la Comisión Europea, que ha exigido al gigante de Detroit un plan de futuro "sólido" y que garantice el empleo. Por su parte los sindicatos de la firma han convocado una huelga en toda Europa, mientras que la planta de Zaragoza ha decidido dialogar y colaborar.

Uno de los Gobiernos más indignados ante la decisión de GM ha sido el de Alemania, que medió en las conversaciones de la multinacional con Magna y los países afectados. Así, el ministro de economía alemán Rainer Brüderle ha manifestado que “el comportamiento de GM es totalmente inaceptable", y ha enfatizado que "en 10 años -GM- no ha tenido ningún plan y solo ha producido pérdidas", instando al fabricante a presentar cuanto antes un plan de reestructuración sostenible. También el portavoz del Ejecutivo de Angela Merkel, Ulrich Wilhelm, ha lamentado el rechazo de un acuerdo que tenía "lógica industrial convincente" y ha exigido la devolución de los 1.500 millones de euros de ayudas que su Gobierno aportó para apoyar la inicial venta de la marca. El gigante de Detroit ha explicado que la cancelación de la venta de Opel se debe a las inyecciones que ha recibido la multinacional por parte del Gobierno norteamericano, que les han permitido superar la crisis de suspensión de pagos que atravesaron hace unos meses. Por su parte, la Comisión Europea ha exigido de igual forma un plan financiero “sólido que soporte los empleos a largo plazo” y aseguró que verificará cualquier ayuda que los miembros de la UE pudieran brindar. El acuerdo de venta que ha rechazado el gigante GM inicialmente era favorable para la plata Figueruelas, en Zaragoza, pues las plantas iban a ser cerradas en Alemania, y en España el recorte de empleados habría sido de 900 plazas. Por su parte, el ministro español de Industria, Miguel Sebastián, ha asegurado que no aceptará ninguna propuesta que quede por debajo de las establecidas con Magna para la planta zaragozana, empezando por mantener 6.100 de sus 7.000 empleados. En respuesta, el vicepresidente de Finanzas de GM Europe, Enrico Digirolamo, ha prometido que Figueruelas será "clave" en la estrategia de la corporación en Europa, y ha aprovechado la ocasión para recordar que Figueruelas ha sido un punto estratégico para GM en los últimos 27 años y para agradecerle a Sebastián el apoyo brindado por el Gobierno español y el Ejecutivo de Aragón. Sebastián ha destacado que la ruptura del acuerdo "ha sido una sorpresa que nadie esperaba" y ha asegurado que no entiende "cómo GM ha manejado esta crisis" para garantizar el futuro de Opel, que emplea a 55.000 personas en toda Europa. Los sindicatos en Alemania, por su parte, han convocado paros en las fábricas para presionar a General Motors en Detroit, que iniciarán al medio día del jueves y se extenderán al resto de Europa durante el viernes y lunes. Si bien la noticia del rechazo de la venta fue una gran sorpresa para los sindicatos de la empresa en España, según ha informado el presidente del comité de la planta de Opel en Zaragoza, Juan Arceiz, la situación acá es más positiva. Arceiz ha asegurado que los sindicatos en Figueruelas están dispuestos a negociar y que una vez sea puesto en su conocimiento el plan industrial de GM conversarán con el fin de lograr un acuerdo tan bueno como el logrado con Magna. Esta misma postura ha sido asumida por el Gobierno de Aragón, según ha explicado su consejero de Industria, Arturo Aliaga. Con el fin de analizar la situación, el Ministerio de Industria ha convocado al Gobierno de Aragón y a los representantes de UGT y CC OO en el comité de empresa de Figueruelas en Madrid en la tarde de este miércoles. Según Bona, ahora sólo les queda esperar a que General Motors presente su plan a los trabajadores y a los Gobiernos europeos que se han visto implicados en las negociaciones y que prometieron millonarias ayudas. Aunque, según Bona, la incertidumbre permanece en los empleados haciéndolos sentir “agobiados y agotados”. El representante además ha pedido agilidad en cuanto a la entrega del plan para poder evaluar las consecuencias de la decisión y mediar en ellas.