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La familia Botín se queda con la cúpula del SCH

Por Asún LosadaTiempo de lectura2 min
Economía17-02-2002

El sábado pasado se celebró una de la últimas juntas en la entidad antes de que Emilio Botín reestructurase la cúpula. En ella, Corcóstegui anunció su intención de dejar el banco, alegando que era el “mejor momento” por ser el comienzo del ejercicio. El miércoles, Corcóstegui anunció que dejaba la entidad definitivamente por “cuestiones personales”.

Desde hace meses, el Banco Santander Central Hispano (SCH) atraviesa una crisis, que se ha agravado con el problema argentino. Por eso, desde hace tiempo, se viene barajando la posibilidad de que el consejero delegado, Corcóstegui, dejara la entidad tras quebrarse la confianza con el presidente. No obstante, Botín ha alabado estos últimos días la función del delegado ante la prensa y en la Convención de Directivos. Después de su marcha, Emilio Botín nombró a Alfredo Sáenz su sustituto. Su hija, Ana Patricia Botín, preside ahora Banesto en sustitución de Carmela Arias, condesa de Fenosa. Su hermano Jaime, presidente de Bankinter, pasa a ocupar la vicepresidencia primera. Por lo que el Banco Santander Central Hispano es más de la familia Botín que nunca. De este modo, Sáenz se encargará de las entidades en España y Europa y Ana Patricia Botín se queda con Banesto. Por su parte, Matías Rodríguez Inciarte continuará con la gestión de riesgos que ya tenía como vicepresidente tercero. Otro cambio importante ha sido la sustitución de uno de los consejeros. Es el caso de Francisco Luzón, actual director general de la división de Latinoamérica, quien pasa también a cubrir un puesto como miembro de la comisión ejecutiva del banco. Así, la familia Botín controlará un cinco por ciento del capital del banco, más de la mitad de las participaciones directas e indirectas. El resto del capital lo controlan inversores institucionales (un 58.9 por ciento) e inversores individuales (31,57 por ciento). Corcóstegui es titular de 0,01 por ciento y Sáenz del 0,03 por ciento. Las modificaciones de la entidad tienen su causa en la crisis argentina, que se ha convertido en un problema de envergadura para el Santander Central Hispano, que tiene que cubrir, a partir de ahora, el cien por cien de los riesgos. Unas previsiones de unos 1.300 millones de euros.