HONDURAS

Zelaya y Micheletti llegan a un acuerdo que pone fin a la crisis

Por Miguel Martorell1 min

Internacional30-10-2009

La intervención de una delegación del Gobierno estadounidense ha sido crucial para que el presidente depuesto, Manuel Zelaya, y el presidente de facto, Roberto Micheletti alcanzaran un acuerdo que pone fin a la crisis política abierta en Honduras tras el golpe de Estado que se produjo el 28 de junio.

Con la mediación del subsecretario de Estado norteamericano para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, Zelaya y Micheletti han cerrado, cuatro meses después del golpe de Estado, un acuerdo de reconciliación. Dicho acuerdo contiene ocho puntos, entre ellos: creación de un Gobierno de reconciliación; rechazo a la amnistía política; elecciones presidenciales el 29 de noviembre; transferencia del mando del Ejército al Tribunal Supremo Electoral; y formación de una Comisión de investigación de los hechos y otra de seguimiento del acuerdo. Además, las partes se comprometen a reclamar la derogación de las sanciones internacionales impuestas a Honduras a raíz del golpe, y a reclamar la presencia de observadores internacionales en las elecciones de noviembre. La restitución de Zelaya en el poder, principal escollo en las negociaciones, se decidirá en el Congreso Nacional, "previa opinión de la Corte Suprema de Justicia". De esta forma, el acuerdo contenta a las dos partes: Zelaya pedía que fuera el Congreso el que se pronunciara sobre su restitución, mientras que Micheletti reclamaba que fuera la Corte Suprema. Con las partes de acuerdo, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha aplaudido el "acuerdo histórico" en Honduras, alcanzado gracias, en parte, a la presión ejercida desde su país. También el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Inzulza, ha dicho sentir una "enorme satisfacción" por el acuerdo y ha alabado el "sentido patriótico" de ambos mandatarios. Desde la UE, la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, ha mostrado la "total disposición" de la Comisión Europea para enviar una delegación de observadores a las próximas elecciones.