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SABINO FERNÁNDEZ CAMPO

Tras Sabino Fernández Campo se cambió la estrategia mediática del Rey

Por J.F. LamataTiempo de lectura4 min
España27-10-2009

Un trato especialmente cordial. Así es como se puede calificar la relación que mantenían Sabino Fernández Campo y su jefe de prensa, Fernández Gutiérrez, con los medios de comunicación. La estrategia, ya establecida por Armada, era procurar dar todas las noticias posibles y no negar nunca entrevistas y conversaciones. Con su cese, y después de un tiempo de calma, el enfrentamiento puntual entre algunos periodistas y la Casa Real se ha hecho patente.

A principios de los años noventa, Sabino Fernández Campo, cometió uno de sus errores reconocidos, comprar unas cartas del Rey sobre un amor adolescente para evitar que se publicaran. Fernández Campo envió de intermediario a Jaime Peñafiel, que impidió en aquel momento que aquellas cartas de don Juan Carlos I, en su etapa de cadete, a una chica se hicieran pública entonces. Pero no consiguió que tiempo después Peñafiel sacara un libro y las cartas salieran a la luz. Sobre la salida de Fernández Campo se dijeron muchas cosas, algunas discrepancias fueron conocidas. Uno de sus grandes disgustos reconocidos por el jefe de la Casa Real fue la publicación de una biografía autorizada por el Rey del extrovertido periodista Vilallonga, que años después haría célebre su teoría de la "conspiración republicana". En junio y agosto de 1992 se produjo el gran estallido cuando el diario "El Mundo" publicó en portada una información sobre una supuesta relación extramatrimonial del Rey. La fuente de aquella noticia nunca estuvo clara. Algunos señalaron como responsable de la filtración al entonces prestigioso banquero, Mario Conde - hombre cercano a la Casa Real y al padre del Rey en particular - que nunca se llevó bien con Sabino Fernández Campo. la orta línea de investigación señalaba al periodista de "El Mundo", Jesús Cacho, que asegurá en su biografía de Mario Conde que este advirtió que la filtración podía haber sido provocada por el propio Sabino Fernández Campo como un "aviso" para que el Rey cuidara más sus andanzas. Los rumores provocaron que tras aquel verano las relaciones entre el monarca y Sabino no fueran las mismas. La entrevista que el Rey concedió a la atractiva periodista inglesa Celina Scott en un tono cercano fue la última discrepancia, Fernández Campo criticó que el Rey le concediera una cercanía que no había concedido a periodistas españoles y definió el reportaje de Scott como "frívolo y superficial". A los dos días fue destituído. En una entrevista concedida en Onda Cero aseguró que no creía que su cese fuera por esa discrepancia "sería menospreciar lo que he sido en esa casa". Nada fue igual tras Sabino Fernández Campo Tras la muerte de Sabino Fernández Campo son muchos los periodistas que han asegurado que nada fue igual tras la marcha de este al frente de la Casa Real. Su sucesor, José Fernando Almansa, se caracterizó por su discreción aunque el hecho de que su salida del frente de la Casa Real coincidiera con el anuncio por parte de esta de la ruptura entre el príncipe Felipe y Eva Sanun dio lugar a varios comentarios. Sin embargo la mejor diferencia entre Almansa y su antecesor la dio un periodista de protocolo. "Almansa se ha limitado a estar en su cargo con lealtad, no como Fernández Campo que quiso ejercer de tutor personal del Rey" declaró. Tras Almansa llegó el turno de Alberto Aza (2002) cuyo mandato no ha podido ser más polémico. Le ha tocado abordar toda la explosión mediática en torno a bodas reales, la aparición de la princesa Letizia o la separación de los duques de Lugo. En el terreno político se produjo la quema de fotografías de los reyes en Cataluña, sin embargo para Aza ha sido mucho más preocupante la actitud con los medios de comunicación, con quienes ha tenido multitud de críticas en los medios. Uno de las más destacadas fue con el locutor de la cadena COPE, Federico Jiménez Losantos, que aseguró que las presiones de la Casa Real eran "asfixiantes", así como el hecho de que Aza llamara directamente a quejarse a los propietarios de la emisora en vez de a él. En su programa Jiménez Losantos definió a Aza como "el peor equipo de la Casa Real desde los tiempos de Armada" y "los peores enemigos de la cadena COPE". También es de destacar las pésimas relaciones de Aza con algún canal de televisión, en especial con Telecinco, su máximo dirigente Paolo Vasile aseguraba en una entrevista que "la relación con la Casa Real es asfixiante, llaman mucho más que el Gobierno", y aseguró que aunque ningún programa había sido retirado por presiones, la Casa Real había visto "con gran placer" el cierre de alguno.