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SABINO FERNÁNDEZ CAMPO

Sabino Fernández Campo, un "general civil", clave la noche del 23-F

Por J. F. LamataTiempo de lectura2 min
España27-10-2009

Aunque siempre llevaba traje y corbata era una persona ligada al mundo militar. Una combinación que convirtió en no pocas ocasiones a Sabino Fernández Campo en enlace entre el ejército y el Rey llegando a asumir algunas veces el papel de mediador entre ambas instituciones.

Durante la guerra civil lucho en el bando nacional como alferez y más tarde fue ascendido a teniente general. Después ocupó el cargo de secretario del ministro del Ejército, Castañón de Mena, que actuó como enlace entre el géneral Franco y el entonces príncipe Juan Carlos. Esa relación ayudó a que cuando en 1977, las malas relaciones entre el secretario de la Casa Real, Alfonso Armada y el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, forzaron la salida de Armada fuera él el que ocupara su puesto. Armada asegura que fue él quién propuso a Fernández Campo como su sucesor, aún más, que la condición que puso para irse fue precísamente que Fernández Campo fuera su heredero. Sin embargo mucho más influyente fue ser recomendado por el general Castañón de Mena. "Ni está, ni se le espera. Fernández Campo fue clave para parar las intenciones del general Armada en la noche del 23-F. El general Alfonso Armada insitió en ir a la Zarzuela para ayudar al rey Juan Carlos I en la gestión del golpe, de haber ido, todas las llamadas que hubiera hecho desde allí habrían aparecido "en nombre" del Jefe del Estado. Y es que aprovechando el caos generado por los golpistas Tejero en Madrid y Milans del Bosch en Valencia, Armada pretendía forzar un gobierno de concentración de todos los partidos políticos presidido por él. Fernández Campo logró convencer al Rey de que impidiera la entrada del general en Zarzuela argumentando que su sitio estaba en su despacho como jefe del Estado Mayor y no en la Zarzuela, donde ya estaban los que tenían que estar. A Fernández Campo le sorprendió la gran insistencia de Armada en poder ir al Palacio Real. No comprendió las verdaderas intenciones del general hasta que habló con el general Juste, jefe de la División Acorazada de Brunete y que vivió la noche del 23-F entre dudas y titubeos de si era o no una orden del Rey, que le peguntó "Pero bueno ¿Ya está Alfonso o no?", a lo que Fernández Campo respondió con una frase que pasó a la historia: "No. Ni está Ni se le espera". Sabino Fernández Campo siempre criticó las acusaciones contra el Rey por aquella jornada y aseguró que si tardó en condenar el golpe en TVE fue porque los golpistas habían tomado Prado del Rey. Tras el golpe, en su opinión "El Rey ganó puntos, fue su prestigio, su fuerza, hablando con los capitanes generales, lo que puso termino a aquella barbaridad" afirmó Sabino. Lo que se conoce poco es que tras la salida de Armada de la cárcel, Sabino Fernández Campo mantuvo relaciones cordiales con él, "en la desgracia, en el error y en las equivocaciones, hay que seguir manteniendo la amistad y el compañerismo" recalcó Farnández Campo.