JUEGOS OLÍMPICOS
Una ‘corazonada’ con pocos defectos, pero sin la victoria
Por Javier M. Fandiño3 min
Deportes03-10-2009
No pudo ser. A pesar de las notables mejoras respecto al proyecto anterior, la “corazonada” de Madrid 2016 no llegó a cumplirse. El mal organigrama administrativo y la legislación antidopaje pudieron con la candidatura de mayor apoyo popular y los juegos de 2016 se celebrarán por primera vez en Sudamérica.
Por segunda vez consecutiva, no pudo ser. Pese a las mejoras notorias respecto a la candidatura olímpica de 2012, Madrid se quedó otra vez a las puertas de albergar los JJOO, que se celebrarán finalmente en Río de Janeiro. La legislación antidopaje y el organigrama administrativo debilitaron al ambicioso proyecto español, que no resultó ganador pese al gran apoyo popular. “En el deporte, el único fracaso es rendirse”, ha asegurado el Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en la gala de presentación de las candidaturas olímpicas celebrada en Copenhague (Dinamarca). Madrid es buena prueba de ello y un año más lo ha vuelto a intentar con un programa lleno de mejoras respecto al anterior. Mejoras que no han sido suficientes para ser la anfitriona de los próximos JJOO. Ruiz-Gallardón reconoció tras el varapalo de Madrid 2012 que a la candidatura “no le sobró nada, pero le faltó algo”. Sin embargo, Madrid no se iba rendir y construiría un sólido proyecto bajo los cimientos de Barcelona 92’ y Madrid 2012. Con un mayor apoyo gubernamental, un programa más ambicioso a nivel de infraestructuras, de instalaciones, de medio ambiente, de experiencia deportiva, de financiación y de seguridad, el aspecto más negativo del proyecto español para 2012, Madrid se afianzaba como una de las grandes favoritas para convertirse en sede olímpica. El proyecto de la capital de España gustaba y se gustaba a sí mismo. El COI llegó a alabar el empeño de la nueva candidatura y los madrileños avalaban su proyecto con un apoyo popular del 86 por ciento, según los datos manejados por el Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, mientras la ciudad asiática y la capital española se perfilaban como las grandes aspirantes a los Juegos del 2016, ciudades como Chicago o Río de Janeiro iban ganando enteros. El informe publicado en septiembre por el COI tras su visita a Madrid mostraba a la candidatura la realidad y señalaba dos carencias ocultas en el proyecto anterior: la legislación antidopaje y el organigrama administrativo. El informe aseguraba que el primer aspecto no estaba claro que “estuviera en consonancia con el código de la Agencia Mundial Antidopaje” y añadía que “era importante tenerlo resuelto”. Por ello, a dos semanas de la elección de la sede de los Juegos de 2016, el Gobierno reformaba la ley ajustándola a las exigencias del Comité “con el objetivo de reforzar la candidatura”. En cuanto al tema del organigrama administrativo, el documento rezaba que "la documentación y la estructura administrativa propuestas para los Juegos no demostró un pleno entendimiento de la necesidad de delinear claramente los papeles y responsabilidades -incluyendo las financieras- de las diferentes partes, para asegurar una conversión a tiempo y eficiente en Comité Organizador y el manejo de las operaciones necesarias para hacer realidad los planes para los Juegos". Madrid ya no partía a Copenhague como favorita y además tendría que lidiar con la ley no escrita de la rotación del continente, únicamente saltada en Londres 48’ y Helsinki 52’. No obstante, su sólido programa de estructuras, sus grandes mejoras en el nivel de seguridad, su capacidad hotelera y su facilidad de desplazamiento abrían la ventana a los JJOO. Una ciudad volcada con los Juegos Camisetas, banderas, pancartas, conciertos, por Internet o por televisión, desde Cibeles hasta el Palacio de Oriente, miles de personas se han volcado con la iniciativa y se ha congregado de forma masiva para mostrar su apoyo a la iniciativa madrileña. Solamente el pasado 27 de septiembre se reunieron cerca de 400.000 personas en la Plaza de Cibeles para mostrar su último apoyo a la candidatura en el “Día de la Corazonada”. El fenómeno ha traspasado la Comunidad de Madrid y ha llegado hasta los campos de fútbol de otras provincias y se estima que el 93,6 por ciento de los españoles defendían este proyecto en común.