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PRIMAS A EMPRESARIOS

Reino Unido sigue las recomendaciones del G-20 y pone coto a las primas de los directivos

Por Rocío Linares RamosTiempo de lectura2 min
Economía01-10-2009

Un punto claro, importante y urgente en la programación de la última reunión del G-20 en Pittsburg fue el futuro de los estratosféricos bonus, primas y jubilaciones a directivos de empresas. La reunión se cerró con una serie de recomendaciones prácticas que intentan evitar la causa inicial de la grave situación económica actual pero que, como de costumbre, no son vinculantes para ningún país.

Entre las diversas opiniones representantes de las economías de los países desarrollados o en proceso de, ya han chocado las palabras de Barack Obama, con la iniciativa que parte de la unanimidad de países de la Unión Europea. El presidente norteamericano no pretende tomar parte en lo que “uno puede pagar o no a sus empleados”. Por el contrario, desde el Gobierno de Gran Bretaña deciden seguir los consejos del G-20 como entidad de coordinación para la cooperación económica internacional. Así, HSBC, Lloyds, Barclays, Royal Bank of Scotland y Standard Chartered, cinco peces gordos de las entidades financieras británicas, se han comprometido a nadar en aguas menos turbias. Aunque el trabajo de la depuradora va a ser duro y llevará su tiempo, son medidas que evitan la flexibilidad y el cortoplacismo de este sistema frágil. Otros gobiernos temen dar el paso hasta que el acuerdo se extienda de modo global. Mientras todos los países no ofrezcan las mismas condiciones en igualdad, seguirá existiendo ese agujero negro, o paraíso para quienes se beneficien, que continúe pagando por ser, no por hacer. A menos que los ejecutivos sigan huyendo libremente a las islas Caimán y citen a Santa Rita: “lo que se da, no se quita”, se les va a cerrar el grifo. Se estudiará su rendimiento a largo plazo para acordar una remuneración que se ajuste a su mayor o menor vaguería y eficacia, pues en caso de fracasar y hundir a la entidad, se les podría hasta retirar los extras que hayan recibido. Los acuerdos preestablecidos, se analizarán previamente y dependiendo de su éxito, podrán ser premiados o no y además un porcentaje del dinero que reciban, serán acciones con un compromiso de permanencia, para obligar un seguimiento de la evolución de la entidad. Lo más difícil será el aprovisionamiento. La recomendación de ir acumulando reservas para reforzar el capital en épocas de finanzas y poder conceder préstamos quedará apuntada para cuando se vislumbre la palabra estabilidad. Hasta ese momento, lo más que podemos guardar son alimentos en las despensas, para quienes no están en la órbita de los súperbonus.