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ARTE

El Museo Thyssen abre su temporada con el olvidado Fantin-Latour

Por Adriana EscaladaTiempo de lectura2 min
Cultura28-09-2009

El Museo Thyssen ha recopilado 70 obras del pintor francés del siglo XIX, Fantin-Latour, para dar a conocer a la sociedad. Sus pinturas con flores muertas son de los trabajos más conocidos de dicho artista. Pero el visitante no sólo podrá disfrutar de sus obras más conocidas, en el museo también se exhiben retratos, interiores con figuras, alegorías musicales y un sin fin de pinturas del siglo XIX.

Aunque le costó salir a la luz, ya que tuvo que vivir en la época impresionista y éstos ganaron fama, supo hacerse conocer. Y es que además algunos le acusaban de ser excesivamente realista y academicista, pero su imaginación y creatividad le han hecho llegar hasta lo más alto. Gracias a la colaboración de la Fundación Gulbenkian de Lisboa, en la que ya se han expuesto sus obras, se ha podido llevar a cabo el evento en el Museo Thyssen, aunque en este caso sólo se han podido traer 70 obras, tanto en óleo como en dibujo y grabados, por motivo de espacio. El objetivo de dicho evento es hacer descubrir al público no sólo a un pintor exquisito, sobrio y elegante, sino también a un artista de gran calidad, lleno de matices y de una profunda sensibilidad. La exposición se abre con una sala en la que se enfrentan siete de los cerca de 50 autorretratos del pintor con algunas de las numerosas copias que hizo por encargo de las obras de los maestros que cuelgan en el Louvre, como Delacroix, Tiziano, Tintoretto, Veronés, entre otras. Discípulo de Courbet durante una breve temporada, compañero de Whistler y amigo de Monet y Degas, Henri Fantin-Latour (Grenoble, 1836 - Buré 1904) ocupa un lugar difícil de encajar en la historia de la pintura francesa de la segunda mitad del siglo XIX. Fantin-Latour (1836-1904), hijo y sobrino de pintores, en un principio retrataba sólo a familiares, amigos y personas a las que admiraba. De ellos, destaca el retrato de su cuñada, Charlotte Dubourg, que normalmente se encuentra en el Museo d\'Orsay, y que ha sido prestado para la ocasión. Al pintor también le fascina la literatura y la música. De hecho, para alguna de sus obras se ha inspirado en Schumann, Brahms, Berlioz y, especialmente, del que era fan, Wagner. Nació en Grenoble el 14 de enero de 1836 y murió el 25 de agosto de 1904, en su casa de campo de Buré (Orne). En 1841 su familia se trasladó a París y allí se formó como pintor, primero en el taller de Lecoq de Bosbaudran y después en la Escuela de Bellas Artes. También trabajó durante un mes en la Escuela del Realismo de Courbet, pero el lugar en el que realmente aprendió todo sobre pintura fue en Louvre, que fue concretamente allí donde realizó diferentes copias. En 1863 participó en el Salón de los Rechazados y en 1864 expuso el Homenaje a Delacroix; este sería el primer retrato que haría de grupo con escritores pintores y músicos. La última parte de la exposición finaliza con flores en las paredes y juega con alegorías musicales basadas en Tannhäuser, Lohengrin.