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PÍLDORA POSTCOITAL

La venta sin receta de la píldora postcoital enfrenta a médicos y farmacéuticos

Por J.F. LamataTiempo de lectura3 min
Sociedad30-09-2009

La pildora del día después (postcoital) ya esta a la venta en distintos establecimientos sin necesidad de receta médica. El principal argumento favorable, esgrimido por la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, es que "evita embarazos no deseados a las menores de edad". Sin embargo los colectivos anti abortistas, como Hazte Oir, critican la medida ya que según ellos "es vergonzoso permitirlo sin receta médica, porque las pastillas son una bomba hormonal con efectos secundarios muy graves".

Desde el ministerio de Sanidad - el que ha tomado la decisión de la distribución a menores sin receta - se advertía igualmente que la píldora no tenía garantía segura y que sólo debía usarse en caso de extremada urgencia. Médicamente está reconocido que esa píldora tomada en exceso, sin control, puede provocar grabes daños. El ministerio indicaba que la pildora se debe tomar en un plazo máximo de 72 horas después de la relación sexual para evitar daños. En una farmacia del barrio de salamanca, en Madrid, no parecían tenerlo claro: "es positivo, pero hay momentos, según que edades, que puede ser negativo" - "¿La repartirán sin recetas?" - Hay que cumplir las indicaciones, pero nosotros tenemos costumbre de repartir siempre con receta y hasta el momento no nos ha llegado ninguna indicación de las autoridades". Los Centros de Planificación Familiar han sido uno de los sectores que más favorable se ha mostrado por la distribución de la píldora sin receta, recordando que ya hay quince países dónde se da esa situación. Eso sí, exigen que sea más barata. La aprobación de este tema no ha abierto tantos debates como el anuncio de ampliación del aborto, cuando un gran número de científicos, ginécologos y unviersitarios se posicionaron en contra, aunque apenas tuviera eco en medios de comunicación. No obstante si ha habido varios colegios de médicos que han criticado el tema de que se reparta libremente sin necesidad de prescripción ni asistencia médica. Para muchos médicos la píldora es "abortiva", pero otros recuerdan el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que descartó esa posibilidad argumentado que no podía ser clasificada como tal al ser una medida de prevención antes de que se forme el feto. El colegio de Médicos de Madrid en un comunicado recordó que la pildora postcoital debe facilitarse bajo supervisión de un médico que valore su utilización en cada paciente y le informe de los riesgos. En el citado comunicado además, advertían que ese método de urgencia no protege del contagio de enfermedades de transmisión sexual como el sida, la sífilis, la gonorrea, el cáncer de cuello de útero o el cánder de pene. La presidenta del colegio, doctora Juliana Fariña, afirma que "se debería utilizar sólo en casos conretos". Según Juliana, "la libre disposición de esta píldora puede tener consecuencias negativas como la disminución del uso de métodos anticonceptivos también seguros y que además previenen el contagio de las otras enfermedades de transmisión sexual". En todo caso, en Madrid la píldora se vende de forma gratuita en locales municipales de la capital como el Centro Joven de Callao. Más firme se ha mostrado el colegio de Médicos de Toledo, que encabeza el doctor Luis Rodríguez Padial, que calificaron la norma como "una banalización del consumo de este medicamento para los jóvenes". Aún así, en los dos casos se muestran partidarios de dispensar la píldora poscoital, pero siempre bajo supervisión médica. En este caso además, la proponían como gratuaita. También advertían igualmente que la píldora podía provocar patologías. El Ministerio de Sanidad no contempla la objeción de conciencia de los farmacéuticos. Si un local se negara, teóricamente la mujer podría presentar una reclamación ante el colegio provincial de farmacéuticos que debería resolverle la queja, e incluso dirigirse a la consejería de Sanidad. La única vía de escape para los dependientes es no contar con esta pastilla en su establecimiento. Diferente es el caso de Cataluña, única comunidad donde está regulado esa posibilididad de rechazar vendérsela, pero eso sí, tendría la obligación de hacerlo si la usuaria estuviera al límite del plazo de las 72 horas.