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CINE

El espíritu de Patrick Swayze bailará en ¬La Ciudad de la Alegría¬

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Espectáculos15-09-2009

Murió con las botas puestas, pues había participado en el rodaje de una serie en los últimos meses, tiempo después de conocer su enfermedad. Pero no pudo vencerla. Tras convivir durante dos años con un cáncer, el actor Patrick Swayze ha fallecido a los 57 años de edad. Deja un buen puñado de escenas que han pasado a la historia del séptimo arte.

Vivió el baile desde pequeño, pues por sus venas corría sangre de coreógrafo. Pero Patrick Swayze tuvo que esperar a crecer para pasar al estrellato de Hollywood de la mano de Dirty Dancing, una película en la que el actor encandiló a los jóvenes de su generación. Además de interpretar a un chico que se enamoraba de una niña bien -con la consecuente oposición argumental entre clases sociales-, el apuesto Swayze conquistó a muchos con sus contorneos y ágiles pasos de baile. Corría el año 1987 y, aunque la producción no contó con un gran presupuesto, arrasó en taquilla. Antes había debutado en la gran pantalla bajo las órdenes de Francis Ford Coppola. El director le incluyó en el reparto de Rebeldes (1983) junto a todo un reparto apto para forrar las carpetas de las estudiantes más jóvenes: Tom Cruise, Matt Dillon y Rob Lowe. Pero el que quizás fue su triunfo más sonado -junto al citado de Dirty Dancing- llegó en 1990. También arrasó en Ghost en 1990. Con esta cinta, en la que trabajó con Demi Moore y Whoopi Goldberg, se conviritó en el espíritu más conquistador del panorama cinematográfico. Después vinieron otros repartos con más o menos éxito taquillero: como surfero en Le llaman Bodhi, con Keanu Reeves; a lo drag queen en A Wong Foo, gracias por todo; o en títulos como Donnie Darco, Mi padre, enemigo público número uno y La ciudad de la alegría. En este trabajo, precisamente, Patrick Swayze encarnó a un médico traumatizado por la muerte de un niño en sus manos que decidió cambiar su vida para cambiar la de muchos en la India. Aunque no tuvo tanto éxito quizás en este papel pudo verse también al otro Swayze, el que interpretaba papeles más cercanos a la realidad que a la fábrica de los sueños, el que podía dar una imagen de grandeza humana y no sólo de un atractivo y conquistador actor taquillero.