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ESCÁNDALO EN EE.UU.

La Embajada estadounidense en Kabul, acusada de conductas impropias

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional03-09-2009

Novatadas, fiestas con abundantes cantidades de vodka, conductas lascivas, vejaciones a afganos... Estas son algunas de las acusaciones que pesan sobre la Embajada de Estados Unidos en Kabul después de que imágenes de algunos guardias de seguridad privada se hayan difundido en Internet y hayan llegado a manos de la Administración de Barack Obama.

La ONG Proyecto Para la Supervisión del Gobierno desató el escándalo al alertar de los hechos a la propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una carta en la que incluían imágenes de los agentes en posiciones comprometedoras, desnudos y borrachos en la zona diplomática. El grupo advirtió en su misiva de que la escasez de personal, las novatadas, y el comportamiento fuera de lugar de los agentes amenazaba con minar la moral entre el cuerpo de seguridad al tiempo que podría derivar en una escalada de violencia en la capital afgana. El grupo citó a testigos que dijeron haber visto a vigilantes orinando sobre otras personas y bebiendo "chupitos de vodka entre las nalgas". En un caso, un supervisor con corpiño y unas botellas de alcohol en la mano abusó de un afgano sujetando su cara y usando lenguaje soez para humillarlo. Ian Kelly, portavoz del departamento de Clinton, ha reconocido que desconocía "todo lo que debería saber" respecto a las actividades de los 450 agentes que trabajan en la Embajada de Kabul, aunque ha asegurado que nunca se ha puesto en riesgo la seguridad de los 1.000 diplomáticos y personal estadounidense que trabaja en el edificio. Aun así, la Administración de Obama ha abierto una investigación sobre los hechos. Asimismo, todo apunta a que se va a poner fin al contrato que mantiene con la empresa privada ArmorGroup, a la que pertenecían los agentes de seguridad. La empresa tiene firmado un contrato de cinco años por 189 millones de dólares que fue ampliado en junio. En la Embajada de Kabul, por su parte, la primera medida que se ha tomado ha sido prohibir el alcohol en el campamento donde viven sus guardias. El embajador estadounidense y otros altos funcionarios de la Embajada se han reunido para tratar el asunto y está entrevistando a los vigilantes como parte de la investigación. Además, están estudiando si despedirán o suspenderán a algún miembro del personal.