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EMPLEO

Diálogo social, ¿‘diálogo de besugos’?

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Economía19-07-2009

Entre los dichos populares el de diálogo de besugos se atribuye a un diálogo entre dos partes que no va a ninguna parte, entre otras cosas porque no hablan de lo mismo. El diálogo entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos podría acabar mereciendo esa calificación si no cambian las cosas.

La CEOE que preside Gerardo Díaz Ferrán ha manifestado reiteradamente que no está dispuesta a firmar un acuerdo vacío de contenido en las negociaciones con los sindicatos, así lo decía en una carta enviada a los distintos cargos de las organizaciones que integran la patronal en España. Es cierto que en un ambiente de crisis, la escenificación de una firma entre los tres sectores ayudaría mucho la situación, además en la historia de la CEOE imperó durante años una política de no confrontación con el Gobierno (política que tenía en el difunto José María Cuevas a su principal valedor), pero varios medios han recogido desde el entorno empresarial exigencias a Díaz Ferrán de que no claudicara y mantuviera una posición más dura”, y eso que en 2008 se acusó a Díaz Ferrán de apoyar al ministro Pedro Solbes durante las elecciones de ese año. ¿Y cual es la exigencia de la patronal? Se habló de que los empresarios pretendían conseguir que se abarataran los despidos, ya que la principal traba de las empresas para contratar empleados en este momento es lo caro que resulta luego el despido. Esta práctica, en principio positiva para el aumento de empleo, a la larga ha desembocado en muchas menos contrataciones y, por tanto, menos empleo. Pero el auténtico objetivo de la patronal para el diálogo social es conseguir una reforma laboral a gran escala que llevan demandando desde hace meses. Díaz Ferrán llegó a asegurar que si esta reforma no se producía “podrían peligrar las pensiones”. Pese a ello el Gobierno ya ha anunciado que en el diálogo social” no tiene ninguna intención de abordar ninguna reforma laboral. En el tema de los sindicatos éstos lo tienen totalmente claro: pasan de reforma laboral y su interés es básicamente uno: que aumenten las prestaciones por desempleo, lógicamente, en el sentido contrario. La línea de los sindicatos en esta última semana ha ido por un lado claro, han pedido que se aumente hasta un año el subsidio (de 420 euros). El coste de ello rondaría los 906 millones de euros para las arcas públicas. Además, según fuentes cercanas a la negociación, el Gobierno también está dispuesto a rebajar “en torno a dos puntos” las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, frente al medio punto propuesto en el borrador original. En cuanto al último actor de este diálogo social, el Gobierno, parece dispuesto a negociar todo lo referente a una subida de la cotización y absolutamente nada más. El diálogo de besugos podría estar servido.