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SALUD

Uno de cada tres adolescentes se ha emborrachado en el último mes

Fotografía
Por Javier M. FandiñoTiempo de lectura3 min
Sociedad17-06-2009

El consumo de drogas entre la población joven de España durante los últimos dos años ha continuado la trayectoria descendente de 2006. El tabaco, el cannabis y la cocaína han sufrido un proceso de estabilización motivado, según Trinidad Jiménez, por el éxito de las campañas de prevención. La única nota negativa la encontramos en el alcohol, que pese a haber disminuido su consumo, el 29 por ciento de los adolescentes reconoce haberse emborrachado en el último mes.

La ministra de Sanidad y Salud Pública, Trinidad Jiménez, presentó el pasado miércoles 17 de junio los datos definitivos de la Encuesta Escolar sobre Uso de Drogas entre Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2008, perteneciente al Plan Sobre Drogas del Gobierno. El estudio pretende analizar con un carácter bianual las pautas de consumo de drogas entre los jóvenes españoles de entre 14 y 18 años. La muestra de población tomada abarcó a más de 30.000 estudiantes de 784 centros educativos repartidos por toda España. Las principales conclusiones del estudio señalan una estabilización en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis (las tres sustancias más consumidas), su carácter experimental vinculado con el ocio y la diversión durante los fines de semana y el aumento de la percepción del riesgo que tiene su consumo, así como la sensación de una mayor dificultad para conseguirlas. En la rueda de prensa, la ministra señaló que el aumento de la sensibilización por parte de los jóvenes acerca del peligro de las drogas es fruto de unas políticas de prevención que funcionan correctamente. Además, aseguró que es necesario inculcar dentro de la familia una serie de valores que ayuden a la prevención y, para conseguirlo, Trinidad Jiménez anunció un acuerdo de cooperación con las asociaciones de padres CEAPA y CONCAPA. De acuerdo con los datos recogidos, el alcohol registra las cifras más preocupantes. Aunque ha descendido su nivel de consumo medio, ha aumentado el número de bebedores experimentales al 81,2 por ciento, así como el número de borracheras: el 58,5 de los estudiantes afirma haber consumido alcohol en los últimos treinta días y cerca de la mitad, el 29 por ciento, asegura haberse emborrachado en este periodo de tiempo. Aunque es preocupante, la edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas no es excesivamente temprana si lo comparamos con el tabaco o el cannabis. En el informe de este año se muestra que se ha conseguido retrasar a los 15,6 años frente a los 15 de 2006. Uno de los datos más significativos acerca de su consumo es la relación que encuentran los jóvenes entre el alcohol y el ocio. El 99 por ciento de los adolescentes reconocen consumirlo los fines de semana. Por su parte, el tabaco continúa con la ligera estabilización registrada en 2006. Curiosamente, es la única sustancia que está más extendida en la población femenina que en la masculina: únicamente un 13,3 por ciento de los hombres aseguran ser fumadores habituales frente al 16,4 de las mujeres. El dato más alarmante del consumo de tabaco es su temprana edad de inicio, los 13,3 años, la más baja de todas las registradas en el estudio. Esto hace que el número de personas de entre 14 y 18 años que lo han probado sea también elevada y abarque al 68,7 por ciento de los encuestados. Dentro del apartado de las drogas ilícitas, el cannabis y la cocaína son las más extendidas entre la población joven. Aunque sus niveles de consumo no pueden ser comparables con los del tabaco y el alcohol, un 35,2 por ciento asegura haber consumido cannabis y un 5 por ciento cocaína, la edad de inicio sí es similar y se sitúa en 13,3 y en 15,3 años respectivamente. Además, en ambos casos ha disminuido su consumo en comparación a 2006, sobre todo en la cocaína, que ha descendido hasta niveles inferiores que los registrados en 1998. Por otro lado, la extensión del éxtasis, los alucinógenos, las anfetaminas y la heroína entre la población joven es apenas apreciable.