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El público se hace con 200.000 ejemplares del último libro de Larsson
Por LaSemana.es
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Cultura18-06-2009
La editorial encargada de publicar La reina en el palacio de las corrientes del aire, Destino, lanzó la pasada semana 500.000 ejemplares del último volumen de la saga Millennium. En tan sólo un día se vendieron 200.000. Se trata de 854 páginas de íntriga que ha captado la atención de gran parte del país, y que parece ser el sucesor de Harry Potter.
En la casa proclaman que "han hecho historia" y que la publicación de esta tercera parte de la saga se ha convertido "en una auténtica celebración de la literatura". La editorial aprovechó para anunciar que ya prepara una nueva edición de 100.000 ejemplares tras la "entusiasta acogida" de la que ha sido objeto la tercera entrega. También agradecieron el apoyo recibido desde que se publicó en España la primera parte de esta trilogía que ya es un fenómeno de masas en Europa, la que llevaba por título Los hombres que no amaban a las mujeres, recientemente adaptada al cine. Un recorrido por librerías de toda España certificaba ayer que el fenómeno Larsson funciona. Así, el gerente de compras del área de libros de Vips, Ignacio Merino, afirmó que la novela se estaba vendiendo "muy por encima de las expectativas iniciales", con un índice de demanda "muy alto" y reconoció que algunos comercios de la cadena habían casi agotado el stock a media mañana. En general, las librerías se volcaron ayer con grandes expositores y con ofertas de todo tipo, incluidas algunas que regalaba a los primeros compradores guías de Estocolmo, donde se sitúa la acción, para que pudieran localizar los escenarios de la trama. La reina en el palacio de las corrientes de aire llega a las librerías españolas casi un mes después de que se estrenara en los cines la adaptación de Los hombres que no amaban a las mujeres. El volumen, como los dos anteriores, está protagonizado por el periodista Mikael Blomkvist y la hacker bisexual Lisbeth Salander. En la tercera entrega de Millennium, se desvela un dato fundamental sobre qué pasó con Lisbeth, que corre un alto riesgo. Entre tanto, con una Erika Berger totalmente inmersa en las luchas de poder y las estrategias comerciales del periódico, Mikael se siente muy solo. Quizás Lisbeth le haya apartado de su vida, pero a medida que sus investigaciones avanzan y las oscuras razones que están tras el complot contra Salander van tomando forma, Mikael sabe que no puede dejar en manos de la Justicia y del Estado la vida y la libertad de la hacker.