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IRÁN

El sistema político de Irán, una red de ayatolás

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional14-06-2009

Desde la Revolución de 1979 que derrocó al último sha de Persia, Mohammed Reza Pahlevi, Irán es un país dirigido por el clero islámico. Los ayatolás, el máximo cargo religioso de la confesión chií, copan la práctica totalidad de las instituciones públicas, una enmarañada red para asegurar la supervivencia de los principios de 1979.

La mano de los ayatolás en el sistema político iraní tiene sus primeras manifestaciones en la Asamblea de Expertos, uno de los órganos más importantes. Este comité de 89 miembros es elegido cada ocho años por sufragio universal, aunque actualmente tan sólo los clérigos pueden presentarse a la elección. Apenas tienen reuniones anuales, pero entre sus competencias están las de elegir al líder supremo de Irán e incluso destituirlo. Además, la Asamblea de Expertos sería el poder regente en caso de indisposición del líder supremo. El cargo de líder supremo de Irán guarda bastantes similitudes con el de un jefe de Estado convencional y ha sido asimismo copado por los ayatolás. Él tiene poder de veto sobre cualquier ley como supervisor de que las políticas de la República Islámica respeten el espíritu de la Revolución. Además, es el comandante en jefe del Ejército y el máximo mandatario de la Inteligencia del país. En la historia de Irán desde la Revolución tan sólo ha habido dos líderes supremo, el ayatolá Ruhollah Jomeini y el actual, Ali Jamenei. El tercer y último órgano copado por los ayatolás en Irán es el Consejo de Guardianes, un ente creado para supervisar de manera constante el trabajo del Parlamento y del presidente de la República, únicos órganos con presencia mayoritaria laica del país. Pese a que los reformistas han tratado en los últimos años de eliminar sus privilegios, el Consejo de Guardianes tiene poder de veto sobre cualquier ley. Todas y cada una de las reformas, decretos, presupuestos o leyes deben pasar por su filtro así como cualquier candidatura a cargo público (incluido el de presidente) debe contar con su beneplácito. Está formado por doce miembros: seis de ellos son clérigos nombrados directamente por el líder supremo, y otros seis son juristas nombrados por el Parlamento.