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SRI LANKA

La guerra civil en Sri Lanka causa una grave crisis en la población civil

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional17-05-2009

Lo que el Ejército ceilanés califica de “ofensiva final” sobre el último reducto de la guerrilla tamil ha llevado a Sri Lanka a una grave crisis entre la población. En los últimos tres meses, los enfrentamientos entre los Tigres y las fuerzas gubernamentales han provocado casi 7.000 muertos y más de 200.000 desplazados.

Las alarmas en torno a la situación en Sri Lanka han saltado demasiado tarde. El Ejército comenzó el pasado enero lo que ha calificado como la “ofensiva final” sobre un foco de resistencia de los Tigres de Liberación Tamil Eelan al noroeste de esta isla del Pacífico que lleva 30 años en guerra. Entre enero y abril de este año, se calcula que casi 7.000 civiles han muerto, otros 14.000 han resultado heridos y hay más de 200.000 desplazados por el conflicto. La Cruz Roja habla de “campos de detención a cielo abierto” en los que se hacinan los civiles que han huido de sus hogares. Sólo en la última semana, el conflicto deja un balance de 500 civiles muertos. Según los Tigres, por culpa de la artillería y los bombardeos con bombas de racimo del Ejército; según las fuerzas gubernamentales por culpa de la guerrilla, que tirotea a los civiles que dice proteger para culpar al Ejército de las matanzas. En medio de un apagón informativo y de una guerra que se libra también con la propaganda, los que pagan son los civiles. La ONU ya ha llamado la atención sobre la crisis y ha enviado a un observador para tratar de controlar una situación que ya lleva meses fuera de control. Naciones Unidas calcula que ese reducto del que habla el Ejército es una franja costera de 2,5 kilómetros en la que 50.000 civiles se refugian en búnkeres excavados por ellos mismos. En esa misma franja, los Tigres resisten el embate del Ejército, que afirma tener rodeados a lo que califica de grupo terrorista. La ONU ha reclamado al Ejército el cese de los bombardeos en la zona, aunque éste responde que no se puede dar un momento de respiro a los “terroristas”. Al mismo tiempo ha reclamado a la guerrilla una tregua que permita a los civiles escapar de la zona en conflicto y evite que las alarmantes cifras de civiles muertos sigan aumentando. De momento, sólo la guerrilla tamil ha anunciado que silenciará “el ruido de las armas” para evitar nuevas muertes entre los civiles. Mientras, el Ejército asegura que ya sólo dos o tres centenares de guerrilleros resisten su ofensiva, lo que convierte el anuncio de tregua de los Tigres en una rendición temporal táctica. El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha llamado la atención sobre una zona del planeta olvidada por los medios, alertando de la grave situación. Sin embargo, lo ha hecho demasiado tarde y después de que su Departamento de Estado acuse a Ejército y tamiles de crímenes de guerra, lo que no deja de ser un llamamiento cuando la situación ya se ha convertido en una gran crisis.