Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

TOROS

Sevilla cede el testigo a Madrid para copar la actualidad taurina

Por Almudena HernándezTiempo de lectura1 min
Espectáculos03-05-2009

Durante un mes, desde el 7 de mayo, Madrid se convierte en el epicentro de la información taurina. Un año más la plaza de toros de Las Ventas acoge la Feria de San Isidro, un serial que este año tendrá que capear alguna que otra crisis, como la de superar las grandes ausencias que la empresa Taurodelta ha dejado en los carteles isidriles.

El pasado sábado día 2 de mayo, festividad de la Comunidad de Madrid, se anunció un festejo goyesco dentro de la cada vez más devaluada Miniferia de la Comunidad. Mientras España se paralizaba en torno a la contienda futbolística que enfrentó al Real Madrid y al Barcelona, en la capital del Reino dos toreros revindicaban el sitio que se merecen en las ferias. Diego Urdiales y Luis Bolívar cortaron una oreja cada uno, dos premios que de haberlos conseguido en la misma plaza otros toreros habrían tenido, posiblemente, mayor peso y eco mediático. Mas el toro pone a cada cual en su sitio y el buen hacer de ambos avala que pueden llegar lejos si no se les pone excesivamente la zancadilla. Quizás puedan, por de pronto, entrar en liza para ocupar el lugar de cualquier compañero que cause baja en el ciclo madrileño. Mientras Madrid se preparaba para el maratoniano mayo taurino, en Sevilla se hacían las cábalas en busca del triunfador de la reciente Feria de Abril. Aunque ha faltado la rúbrica de una puerta del Príncipe, los matadores de toros que han hecho el paseíllo en el coso del Baratillo han dejado, sin embargo, un buen sabor de boca a la afición sevillana. José María Manzanares, Alejandro Talavante, Julián López El Juli y José Antonio Morante de la Puebla, entre otros y al margen de los trofeos logrados, han conseguido protagonizar buenos momentos de lucidez, estimulando al público a creer que el arte de torear no es posesión de unos pocos.