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VISITA DE ESTADO

El presidente francés promete a Zapatero su mediación ante el G-20

Por Esteban del PozoTiempo de lectura3 min
España30-04-2009

Después de las aguas turbias llega la calma. La visita de Sarkozy a España estaba marcada en un principio por la polémica que habían suscitado unas posibles declaraciones del presidente francés sobre la escasa inteligencia de Zapatero en el diario Liberation. “José Luis es mi amigo” afirmó Sarkozy y así quedó todo solucionado.

La visita fue fructífera para España porque además de continuar la colaboración entre los dos países vecinos en su lucha contra ETA y el crimen organizado Sarkozy apoyó la entrada de España en el G-20. Precisamente, en las últimas citas celebradas por este grupo de países en Washintong y Londres, España asistió gracias a la invitación de Francia. España no se encuentra dentro de este grupo de países. En ellos están las principales potencias económicas del mundo como Estados Unidos, Canadá o Francia, y los llamados países emergentes como la India, Brasil, o Argentina. En todos ellos el ritmo de crecimiento económico anualmente es muy alto y por eso naciones como España que financieramente están por encima de Argentina se quedan fuera del club. La última reunión del G-20 tuvo lugar en Londres y España asistió gracias a Francia. El presidente francés, Sarkozy tenía una doble invitación a esa cumbre. Por una parte, Francia es miembro del G-20 y por otra en aquellos momentos ostentaba la Presidencia de la Unión Europea. Debido a esto, y a que le interesaba tener más voces europeas en la cumbre, cedió la silla de la Presidencia de la Unión Europea a España. En aquella reunión el tema principal era la crisis económica y los mecanismos de regulación de los sistemas financieros. Como suele ocurrir en las primeras reuniones, esta sirvió de mera toma de contacto y las tomas de decisiones se aplazaron para los siguientes encuentros. La intención de España es seguir acudiendo a este tipo de eventos y poder entrar en el G-20 para poder decidir sobre el futuro de la economía mundial. Pero ahora Francia ya no ocupa el sillón presidencial de la Unión Europea y debería ser la República Checa la que cediese a España una silla en la siguiente reunión. La otra posibilidad, la más probable, es que se amplíe el G-20 . Para ello, como en toda comunidad, se tiene que contar con el apoyo de uno o más componentes y parece que Francia es el aliado más fiable. Discurso de Sarkozy Esto se desprende de la última visita del presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy a España. Ante el Congreso de los Diputados y en su reunión con el Rey Juan Carlos, Sarkozy pidió contundentemente la entrada de España en el G-20. “El mundo”, afirmó, “tiene necesidad de escuchar la voz de España”, es necesario que se “vea por fin reconocido su estatus económico en el siglo XXI y tenga una plaza de pleno derecho en las cumbres del G-20”. De esta forma no quería dejar lugar a la duda sobre su posición para la entrada de España en este grupo. Sarkozy aseguró que España es "una de las grandes economías mundiales", por lo que "tiene que poder expresar su postura”. Para el francés “no hay ninguna razón” por la que se tuviera que tratar a España en Nueva York de forma diferente a cómo se ha hecho en las reuniones anteriores de Washington y Londres, que contaron con la presencia de Zapatero, por lo que consideró esta cuestión “zanjada” porque “no se va a cambiar los participantes”. Zapatero reconoció por su parte tener “confianza” con respecto a que su participación en las dos últimas reuniones del G-20 “consoliden” lo que denominó una “presencia lógica” de España en este foro, un objetivo por el que su Gobierno “ha venido trabajando en todos los frentes”, hasta la fecha “con éxito”, y en el que ha contado con “colaboraciones tan importantes” como la de Sarkozy.