FÚTBOL
Pepe escenifica la versión más triste del fútbol
Por Álvaro Heralta4 min
Deportes25-04-2009
El fútbol es un deporte que se mueve por el sentimiento y la pasión. Lo mismo se celebra de manera eufórica un gol que decide una Liga que a los pocos minutos se encaja un tanto que quita todas las aspiraciones. Todo ello conlleva una adrenalina que, en caso de no ser bien controlada, devuelve al balompié a su faceta más negra. Es lo que le sucedió al defensor del Real Madrid Kléper Laverán Lima, Pepe, quien no tuvo reparo en pagar su frustración por haber cometido penalti agrediendo a dos futbolistas rivales.
Corría el minuto 87 del Real Madrid–Getafe en el Santiago Bernabéu y a los blancos únicamente les valía la victoria para poder seguir la estela del Barcelona en la Liga. Sin embargo, lo que campeaba en el marcador del estadio de Chamartín era un empate a dos. En ese minuto, Pepe, empujó a Francisco Javier Casquero dentro del área cuando el jugador azulón se plantaba sólo contra Iker Casillas. Carlos Delgado Ferreiro decretó penalti y un sentimiento de furia embriagó al jugador luso. Un triunfo del conjunto de Víctor Muñoz suponía el adiós definitivo de los merengues a el título de campeón. Ese sentimiento de frustración llevó a Pepe a perder los papeles y a cargar su ira contra todo aquel que se le pusiera por delante. El central, primero, se desahogó dando varias patadas a la altura de la cabeza a un Casquero tendido en el suelo para, después, propinar un puñetazo a Juan Albín. El defensor fue expulsado de inmediato y se tuvo que retirar a los vestuarios sujetado por varios de sus compañeros mientras gritaba improperios contra el trío arbitral. Ahí no finalizó este dantesco capítulo, pues, al acabar el choque, Daniel Cata Díaz se fue en busca de Marcelo Viera después de que el brasileño le provocara con varios gestos obscenos. Finalmente, el Comité de Competición dejó impune esta última acción pero no así la de Pepe, a quien sancionó con 10 partidos. Las sanciones más graves de la historia Sin embargo, pese a que parezca lo contrario, el castigo impuesto al jugador del Real Madrid no es el más alto que haya sufrido un futbolista. La palma se la lleva Joaquín Cortizo, que en la temporada 1964/1965 fue sancionado con 24 partidos por una entrada en la que fracturó parte de la pierna del jugador del Atlético de Madrid Enrique Collar. Le sigue Andoni Goikoetxea, que tras una brutal entrada en el año 1983 sobre Diego Armando Maradona, fue castigado con 18 partidos que al final Apelación redujo a siete. Aunque esta sanción no logró acabar con el odio que comenzaron a tener a partir de entonces ambos futbolistas y que concluyó con una batalla campal al término de la final de Copa de 1984, en la, que junto a otros futbolistas, se enzarzaron a patadas y puñetazos. Por ello, estuvieron tres meses sin jugar junto al resto de jugadores que intervinieron en la pelea. Sin embargo, no hay que remontarse hasta tan atrás para encontrar una serie de sanciones tan duras. La campaña 99/00 resultó prolífica en cuanto a lo que juego duro se refiere. En la misma temporada, Germán Burgos, entonces en el Mallorca, fue castigado con 11 encuentros tras pegar un puñetazo al delantero Óscar Serrano del Espanyol, los mismos que José María Ceballos, del Racing, tras realizar un amago de cabezazo al árbitro Prados García. El puñetazo del culé Patrick Kluivert sobre Jesús Diego Cota, del Rayo, tuvo distinta consideración, puesto que únicamente le cayeron 6 partidos. Los mismos que a Roberto Ayala por su zapateado sobre Simao Sabrosa en la 00/01. Un año más tarde, Roberto Acuña y César Laínez pagaron su frustración por el descenso del Zaragoza con una pelea con varios hinchas del Villarreal que les costó estar cinco partidos en la grada pese a que en un principio el Comité les impuso siete. Los últimos casos que se han dado en el fútbol español datan de la pelea que mantuvieron el maño Carlos Diego y el sevillista Luis Fabiano en 2006 que les valió seis encuentros y la patada que le propinó a Manu del Moral y posterior agarre de cuello sobre Braulio Nóbrega que realizó el meta del Racing Antonio Rodríguez, Toño la pasada campaña y que le costó tres partidos. En Italia, el problema es el racismo El fútbol español no es el único que se ha visto afectado por incidentes graves en los últimos días. La justicia deportiva italiana se ha visto obligada a sancionar a la Juventus de Turín con un partido a puerta cerrada tras los cánticos racistas realizados desde la grada del Comunale contra el ariete del Inter de Milán Mario Balotelli, de raza negra, durante la disputa del partido de la máxima rivalidad en Italia.