MÉXICO

Cruzar la frontera, cada vez más difícil

Por LaSemana.es1 min

Internacional19-04-2009

México se ha convertido con el paso del tiempo en un país vital para la estabilidad de Estados Unidos, independientemente del deseo de los norteamericanos. Y es que la comunidad mexicana en el país se sitúa en torno a las 30 millones de personas, y las relaciones de Washington con la patria vecina están condenadas a ser cordiales. El voto hispano, la contención de los flujos de narcotráfico y, sobre todo, de inmigración ilegal desde territorio mexicano dependen de ello.

La inmigración mexicana hacia Estados Unidos atraviesa un período negro ya desde hace 10 años. De la facilidad que otrora tenía casi cualquier ciudadano del país para cruzar la frontera hacia el sueño americano ya no queda prácticamente nada. Las patrullas ciudadanas en Texas, que vigilan armadas los puntos más débiles en seguridad del borde y la futura extensión del vilipendiado muro de contención, que ocupará 1.123 kilómetros de frontera hacen que hoy en día los mexicanos que quieran cruzar de manera ilegal a Estados Unidos tengan que hacerlo por los lugares más recónditos y peligrosos, como el desierto de Arizona. El muro de contención fronterizo lleva, para disgusto de los sucesivos gobiernos mexicanos, operativo desde 1994, aunque tan sólo en pequeñas franjas en California, Texas, Arizona y Nuevo México. La instalación, lejos de tratarse de un muro convencional, está equipada con sensores de movimiento y cámaras de visión nocturna, que facilitan el trabajo a la Policía fronteriza estadounidense, que patrulla 24 horas al día. La dificultad pues de atravesar la frontera en los puntos tradicionales ha ocasionado que miles de mexicanos hayan intentado cruzar el borde por el desierto, menos vigilado, ocasionando más de 3.000 muertes en apenas 15 años. De hecho, el muro exhibe en algunos tramos el mismo número de cruces para recordar los fallecimientos. En estos meses se lleva a cabo la ampliación del muro de contención, pero en cualquier caso el presidente estadounidense, Barack Obama, ya ha tomado varias decisiones para frenar la inmigración ilegal acentuada por la crisis y la violencia en el norte del país. Entre ellas, un plan de inmigración que prevé el despliegue de 1.000 soldados que podría ejecutarse en las próximas semanas.