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MEDIO AMBIENTE

La ¬hora planeta¬ solo ahorró un 1% de energía

Fotografía
Por Paula LópezTiempo de lectura3 min
Sociedad28-03-2009

Sábado 28 de marzo. Esa era la fecha elegida para el apagón contra el cambio climático. La iniciativa estaba propuesta por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) y fijada de 20.30 a 21.30 horas. Consistía en apagar todas las luces o aparatos eléctricos con el fin de llamar la atención sobre la situación del medio ambiente y la contaminación.

Más de tres mil ciudades de 84 países se unieron a la iniciativa y se comprometieron a apagar las luces de sus edificios más emblemáticos. En España, la Puerta de Alcalá o la Alhambra de Granada se quedaron a oscuras durante una hora para concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de luchar contra el cambio climático. A pesar de la importancia de la causa, el apagón no supuso un notable descenso de energía, y tan solo se registró un 1 por ciento menos de consumo. Cada vez hay más gente concienciada con el cambio climático y sus efectos, pero todavía queda mucho por hacer. Muchos cambios en la vida diaria de cada persona podrían ayudar más que una iniciativa como la del apagón. Si todos los ciudadanos reemplazaran las bombillas normales por otras de bajo consumo, si el reciclaje formase parte de la costumbre de cada día o el ahorro de agua se llevase a cabo en todos los hogares, los efectos serían notables en el medio ambiente. La gente que no recicla y con ello desperdicia alrededor de un 70 por ciento de la basura, que sería recuperable. Además, por cada tonelada de papel que se reutiliza, se evita la tala de catorce árboles, el consumo de cincuenta mil litros de agua y más de trescientos kilos de petróleo. En la época de sequía que atraviesa España, el agua se convierte en un bien que cobra más importancia, por lo que se debe controlar el gasto mediante pequeñas acciones diarias que no cuestan trabajo: cerrar el grifo mientras uno se enjabona o se lava los dientes, poner siempre a carga completa la lavadora y el lavavajillas, usar sistemas de riego por aspersión, etc. Son algunos gestos que pueden ayudar a la hora de ahorrar en las facturas y en el consumo de este bien natural. La contaminación y la salud Cada ciudadano puede aportar su granito de arena para cuidar el medio ambiente, mediante el uso de energías renovables, el ahorro de agua, el uso de productos naturales, etc. Pero la solución no está solo en sus manos. Para que pueda haber un cambio y una mejora en el planeta, las industrias también tienen que adoptar políticas medioambientales, y realizar así de manera más ecológica su trabajo. Industrias como la metalurgia o la química son las más contaminantes y necesitan de grandes instalaciones para llevar a cabo su actividad. Las emisiones a la atmósfera o los vertidos al suelo son algunos de los focos contaminantes más importantes de estas empresas, ya que pueden afectar tanto a las aguas superficiales como a las subterráneas. Ante esta situación, las asociaciones ecológicas animan a estas industrias a emplear métodos más respetuosos con el entorno, como el uso de energías renovables o el empleo de más depuradoras. Muchos estudios han demostrado la relación entre la contaminación y la salud. El aumento de la polución en el aire puede afectar gravemente al pulmón y provocar enfermedades crónicas irreversibles como el asma. Según la OMS, dos millones de personas mueren cada año de manera prematura por la contaminación, por ejemplo, por cáncer de pulmón o enfermedades cardíacas, entre otras afecciones.