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ACCIDENTE DEL YAKOVLEV

El juicio desvela que Defensa supo que había 30 muertos sin identificar

Fotografía
Por Esteban del PozoTiempo de lectura3 min
España29-03-2009

Después de seis años del accidente llegó el juicio y con él las tensiones políticas, las emociones de los familiares de los militares fallecidos y las contradicciones en los testimonios de los responsables de reconocer y repatriar a los cadáveres. Hasta el momento, las declaraciones ante el tribunal de la Audiencia Nacional de los tres acusados, los testigos y las víctimas apuntan todas a una misma dirección: El ex ministro Trillo aceleró la repatriación de los cadáveres pese a que no estaban identificados y que la cúpula de Defensa era consciente de los errores.

Pese a todo, en el juicio no comparecerá el entonces ministro de Defensa ni su sucesor José Bono. Tampoco el ex presidentes del Gobierno, Jose María Aznar. En el banquillo se sientan el general de Sanidad Vicente Navarro, el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez. Los tres están acusados de falsificación de documentos oficiales. La Fiscalía pide por ello cinco años de cárcel para Navarro y cuatro años y medio para Ramírez y Sáez. El 26 de mayo de 2003 se estrelló un avión Trabzon, Turquía, en el que viajan 62 militares españoles que perdieron la vida. De todos ellos, la delegación enviada al lugar del siniestro identificó erróneamente 30 cuerpos a los que las autoridades turcas no habían podido poner nombre. "Esperamos, necesitamos una sentencia justa... La verdad, ya la sabemos: no hubo identificaciones, nuestros militares no tuvieron un solo forense... Trillo no les mandó un solo forense... Y, como toda España sabía, 30 cadáveres no se identifican en una noche, sin un sólo forense...", reza el comunicado Hasta donde llegue España leído por Miguel Sencianes, presidente de la Asociación de Familias Víctimas del Accidente del Yak-42 que reúne a las familias de 40 de los 62 fallecidos. Sin embargo, durante este proceso se han escuchado a personas que apuntaban como causantes de los errores tanto a las autoridades españolas como a las turcas o internacionales. Un oficial aseguró en el juicio que informó a Defensa de que "había 30 cuerpos por identificar". El coordinador de la recuperación de cadáveres dijo que Trillo le pidió traerlos "cuanto antes”. “Cuando vuelvo de Turquía sabía que había 30 sin identificar", reconoció también el comandante auditor jurídico militar Alberto Ruiz de los Pazos, información que asegura que transmitió a Defensa a su regreso de Turquía tras el accidente del Yak-42. Además confirmó que escuchó a las autoridades turcas comunicar a los mandos militares españoles, los generales Vicente Navarro y Antonio Beltrán, que habían entregado 32 cadáveres identificados y 30 sin identificar. El mismo camino es el que señala Antonio González, uno de los capitanes enfermeros enviado a Turquía tras el accidente. "Había que darse prisa para salir y acabar con el enferetrado porque había que llegar a tiempo al funeral de Estado que se iba a oficiar en la base de Torrejón", declaró el enfermero. Feretros sin nombre El coordinador de la recuperación de los cuerpos, el general Beltrán, matizó ante el tribunal, presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez, que "todos los féretros tenían número, pero no tenían nombre" y reconoció que firmó un documento turco o acta, "preparado" por los turcos, en el que se señalaba que algunos cadáveres no estaban identificados. "No debía firmar eso, pero bueno lo firmé y lo asumo" afirmó el general. De la tesis totalmente contraria se muestran los tres acusados, el general Navarro, el comandante Ramírez y el capitán Sáez, que trasladaron la culpabilidad a las autoridades turcas. El general médico Navarro, que se encargó de elaborar la lista de los 62 militares españoles en el accidente del Yak-42, asumió que pudieron "bailarle" nombres y números en la relación de cadáveres que elaboró tras la catástrofe, aunque insistió en la posibilidad de que las autoridades turcas cometieran “errores” en la entrega de los cuerpos porque “hubo mucho trasvase de bolsas”. Además, Navarro añadió que le urgieron para firmar el acta en la que indicaba que los cuerpos “no estaban identificados” sin tener la traducción del turco e insistió que su misión era la de recuperar y repatriar los cuerpos, “no traerlos”. Sin embargo otro de los acusados el comandante Ramírez deslizó la responsabilidad hacia su superior, Navarro, ya que confesó que su trabajo se limitó a anotar las lesiones de los cadáveres y ha subrayado que el general Vicente Navarro les dijo: "Ya están identificados. Nos volvemos a casa".