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MANUAL

El Parlamento Europeo toma medidas contra el lenguaje sexista con un manual

Por Tamara García MartínezTiempo de lectura1 min
Cultura18-03-2009

El Parlamento Europeo ha puesto en marcha un manual lingüístico para acabar con la discriminación que el lenguaje hace a la mujer. Se trata de rígidas normas de uso y estilo aplicadas a los 22 idiomas oficiales de la Unión Europea. Esta propuesta pretende conseguir la igualdad en el lenguaje aunque para ello se acabe con usos centenarios como es el caso de fireman, bombero, en inglés para cambiarlo por firefigther, el que lucha contra el fuego.

El Grupo de Alto Nivel sobre Igualdad de Género y Diversidad quiere que se trate escrupulosamente por igual a hombres y mujeres porque el lenguaje puede ser "discriminatorio, degradante e implicar que uno de los sexos es superior al otro", hasta el punto de que, entre otras recomendaciones, pide que se acabe con apelaciones genéricas como "los andaluces", o "los argentinos", porque al ser una palabra masculina dejaría fuera a las mujeres. Y recomienda que se hable siempre de, en esos casos, "pueblo andaluz" o "pueblo argentino". Otros ejemplos parecen, a primera vista, contrarios a las normas básicas del buen uso del lenguaje. En lugar del sencillo, comprensible y corto "los médicos", el manual aconseja usar "personas que ejercen la medicina". Según los especialistas que han redactado el manual, la "utilización genérica o neutral del género masculino se percibe cada vez más como una discriminación contra las mujeres". Así, "las azafatas y los pilotos" pasan a ser "el personal de vuelo" y "las mujeres de la limpieza" pasan a ser "el personal de la limpieza". Así se pueden seguir enumerando ejemplos que propone este manual, mientras que los expertos buscan donde haga falta para evitar la casi considerada intolerable palabra "hombre", pues dicen los especialistas avalados por el secretario general del Parlamento, Harald Romer, que "el uso del masculino genérico puede producir ambigüedades y confusiones que pueden dar lugar a una falta de visibilidad de las mujeres". Para ello buscan sustituir "hombre" como referencia al conjunto del género humano, por expresiones no excluyentes del sexo femenino como "las personas", "la gente", "los seres humanos" o "la especie humana". Debe evitarse hablar de "el hombre medio" en beneficio de "las personas corrientes". Tampoco se permite "los derechos del niño", hay que hablar de "los derechos de la infancia".