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MEDIO AMBIENTE

El Día Mundial del Agua plantea la necesidad de compartir este recurso

Por Paula LópezTiempo de lectura2 min
Sociedad22-03-2009

El día 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, este año con el lema "Los recursos hídricos transfronterizos". La celebración de este día se originó en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 1992, en Argentina. Allí se decidió que el día 22 de marzo se dedicaría a la concienciación de la sociedad en temas relacionados con el agua.

Este día tiene como objetivo fomentar la comprensión de la medida en que el desarrollo de los recursos hídricos contribuyen a la productividad económica y al bienestar social, en definitiva, concienciar sobre la importancia del agua. En 2009 la celebración del Día Mundial del Agua se dedica a la gestión de los recursos hídricos transfronterizos, es decir, a las cuestiones relacionadas con las aguas compartidas entre diferentes países o regiones, que muchas veces es fuentes de conflictos. En España nos encontramos, por ejemplo, con el caso el trasvase del Ebro o, más reciente, el trasvase del río Tajo a Murcia. En España, lo más preocupante es el uso del agua para el mantenimiento de la agricultura. En este país solo se reutiliza el 1,1 por ciento de estas aguas y parte se destina a la desalinización para su uso. Desde 1960 las sequías han ido a más en España, pero según un informe, el país está logrando gestionar sus recursos a través de la adaptación. Agua y subdesarrollo En el resto del mundo los problemas son más preocupantes. En muchos países no existen los servicios básicos relacionados con el agua, como saneamiento, agua potable segura, etc., por lo que si esta situación no cambia, se prevé que en 2030 alrededor de cinco millones de personas (67 por ciento de la población mundial) se sigan viendo en esta situación. Los Objetivos del Desarrollo del Milenio indican que en 2015 más del 90 por ciento de la población mundial mejoraría su situación con el agua, pero dados los datos actuales, es poco previsible que se cumplan estos objetivos. El 80 por cientos de las enfermedades del tercer mundo están relacionadas con el agua. La diarrea por la ingestión de agua no potable es, por ejemplo, causa la muerte de unos cinco mil niños al día en todo el mundo. La mejora del abastecimiento del agua, los servicios de saneamiento e higiene y la gestión de los recursos hídricos podrían evitar la muerte prematura de millones de personas en los países en vías de desarrollo. El gasto en mejorar toda esta situación es muy elevado y, ante la crisis, se hará esperar más. La mejora del medio ambiente en general podría beneficiarse o empeorar dada la situación de crisis que hoy se vive, según como se mire. Por un lado, la gente gasta poco, por lo que se consume menos y esto conlleva a un menor impacto ambiental. Se prolonga más la vida de los objetos de consumo, los ciudadanos son más propensos a reciclar y a consumir menos energía. Por otro lado, los gobiernos también se podrían relajar y no avanzar en políticas relacionadas con la mejora del medio ambiente y, en general, los productos ecológicos son más caros, por lo que los consumidores optan por un sustitutivo más barato y menos ecológico.