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LIBERTAD DURADERA

Comienza el juicio contra John Walker

Por David HurtadoTiempo de lectura2 min
Internacional24-01-2002

John Walker, estadounidense convertido al Islam y cercano a la ideología de Al Qaeda, será finalmente acusado de conspiración y se enfrenta a una posible condena de cadena perpetua.

John Walker, conocido como el talibán estadounidense, corre de momento mejor suerte que sus compañeros prisioneros en Guantánamo. Walker ni siquiera pasó por esa prisión, sino que el pasado miércoles llegó directamente a Washington e inmediatamente fue puesto a disposición del Departamento de Justicia. El Gobierno de EE.UU. hace caso omiso a las críticas que señalan un trato más benévolo con el prisionero estadounidense que con el resto de arrestados talibán encerrados en la cárcel de Guantánamo. Sin embargo, el hecho de que John Walker haya pasado ya a comparecer frente al Tribunal de Virginia puede considerarse una diferencia más que notable. Sólo un día después de la llegada a su país natal, Walker tuvo su primer encuentro con la Justicia y se inició un ciclo que puede terminar con su sentencia a cadena perpetua. El fiscal ha desestimado, por el momento, el cargo de traición que podría conducir a Walker al corredor de la muerte. La principal acusación es de conspiración para asesinar a estadounidenses en Afganistán. Además, se ha acusado a Walker de apoyo a organizaciones terroristas extranjeras, operaciones con el Ejército talibán y prestación de bienes y servicios al régimen. Según la acusación, el talibán estadounidense se reunió al menos en una ocasión con Osama Bin Laden. John Walker, de 20 años, decidió convertirse al Islam e incorporarse al Ejército talibán. Al regreso a su país, dos años más tarde, sus padres han tratado de interceder por su hijo y aseguran que tanto ellos como él aman a Estados Unidos. La defensa esgrime que, tras la detención de Walker en Mazar-i-Sharif, no se le concedió un abogado pese a que el detenido lo pidió repetidamente, algo que niegan desde la Administración estadounidense, que afirma que Walker renunció a ese derecho por palabra y por escrito. Además, tanto los abogados defensores como la familia denunciaron que no tuvo una asistencia sanitaria rápida para curar un disparo que Walker recibió en la pierna, un hecho también desmentido por las autoridades de EE.UU.