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BALANCE DE LEGISLATURA

La crisis acorrala a Zapatero tras el primer año de legislatura

Fotografía
Por Esteban del PozoTiempo de lectura3 min
España14-03-2009

Crisis, crisis, y más crisis. Según la Real Academia de la Lengua Española, la palabra crisis significa una mutación considerable que acaece en una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el enfermo. Este concepto tan temido parece que se ha instalado en la vida política española y ha llegado a todos los ámbitos y partidos. Se ha hablado de la crisis de liderazgo del Partido Popular, la crisis electoral de Izquierda Unida, la crisis en el Partido Nacionalista Vasco por no conseguir mayoría absoluta, y la más famosa de todas, la crisis económica.

El pasado 9 de marzo se cumplía un año de la segunda victoria electoral del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Muchas cosas han cambiado durante este período de tiempo. El centro del debate político es el mejor ejemplo de esto. En aquella campaña electoral el arma arrojadiza que utilizaban los dos principales partidos para arañar votos era la negociación con ETA, hoy la postura en este asunto es común entre el PP y PSOE, la situación de la inmigración y de forma secundaria el estado de la Economía. A principios de 2008 ya se empezaba a vislumbrar que las finanzas españolas estaban empeorando. Aunque el reflejo en los números de la verdadera situación económica se mostraba de otra forma. El alto precio del carburante ha dejado paso a un gran déficit presupuestario, el aumento de los precios en productos básicos como los huevos o la leche han dejado paso a una falta de liquidez bancaria en todo el mundo. El crecimiento del Euribor y por tanto del valor de las hipotecas ha dejado paso a un salto en la factura del gas y la luz, y el estancamiento en cuanto a creación de empleo se refiere se ha transformado en un gran incremento del paro. El Gobierno tardó en aceptar la crisis pese a los indicativos que hacían vislumbrar que el estado de la Economía española iba a empeorar de manera considerable. Muchos fueron los calificativos que utilizó para definir la situación, “desaceleración” o “estancamiento” son sólo unos ejemplos de los términos que utilizaron para no nombrar la palabra crisis. Esto a pesar de los avisos del PP antes y después de las elecciones forzando a que reconociera la situación. Esta postura les costó que desde el PSOE tacharan a los populares de “agoreros”, “antipatriotas” o “exagerados”. Diagnósticos equivocados Los socialistas, con Zapatero a la cabeza, no sólo negaban la crisis sino que se aventuraban a poner fecha para la recuperación. Durante las elecciones y en fechas inmediatamente posteriores hablaban de finales de 2008 o principios de 2009, luego se fue retrasando a febrero o marzo de 2009. En estos instantes, Zapatero ha afirmado que 2009 es el año en el que la crisis económica se notará con mayor fuerza en España. Debido a la retirada de inversiones extranjeras en España y la imagen de desconfianza que daban la quiebra de los bancos en el resto de Europa los mensajes en actitud positiva no acabaron ahí, y el mismo presidente del Gobierno metió a la Economía española en la “Champions League” de las economías europeas y sobre el control de la banca en España y el estado de ésta afirmó que había superado a Italia y que Sarkozy tenía miedo porque dentro de poco estaría mejor que Francia. Sin embargo, lo más preocupante en España es el paro. Siempre que España ha sufrido una crisis económica lo que más se ha resentido son las listas del INEM y este caso tampoco podía ser una excepción. A pesar de la promesa de pleno empleo que los socialistas hicieron durante la campaña electoral las circunstancias económicas han llevado a un marco totalmente diferente. Durante el mes de enero por ejemplo se destruyó más empleo que durante la República de Weimar en Alemania y la cifra ya ha alcanzado los tres millones y medio de personas con previsiones de llegar a los cuatro o cuatro y medio al final de este año. Este es el peor dato de todos por lo que supone para la Economía de un país.